Una forma de condena nunca antes vista. Varias paradas de autobús de Sevilla y Málaga han sido este miércoles el escaparate de la sentencia que ha tenido que acatar Luis Pineda. El jefe de la ya desaparecida Ausbanc ha cumplido el fallo judicial al que fue condenado hace más de cinco años por difamar a Facua-Consumidores en Acción en 2014.

Por aquel entonces, Pineda hizo uso de las marquesinas de las calles andaluzas para extender bulos sobre la asociación, tachándola de "fraude" y de emplear "métodos mafiosos". Ahora, el sentenciado se ha visto obligado a hacer pública su condena utilizando el mismo método con el que difundió las difamaciones.

La sentencia es de 2017 pero se ha ejecutado en este mes de octubre, casi diez años después de cometer las difamaciones por las que fue demandado.  En concreto, Pineda fue condenado por intromisión ilegítima en el derecho al honor por la entonces titular del Juzgado de Primera Instancia número 10 de Sevilla María Trinidad Vergara Gómez.

El escrito también condenaba de forma solidaria a Pineda, Ausbanc y su director de publicaciones, Luis Suárez Jordana, —alto cargo del primer gobierno de Aznar y posteriormente culpable por estafa— al pago de una indemnización de 15.000 euros y a la publicación del fallo en la versión impresa y digital del portal de Ausbanc, que había desaparecido un año antes. Además, Pineda fue condenado al pago de otros 1.000 euros, a publicar el fallo en su cuenta de Twitter y a eliminar un tuit dirigido al eurodiputado de Vox Hermann Tertsch.

Campañas difamatorias contra Facua

Fue en marzo y abril de 2014 cuando Luis Pineda lanzó dos campañas publicitarias en marquesinas de Sevilla y Málaga para acusar de numerosos delitos a Facua, a su portavoz, Rubén Sánchez, y a su fundador y entonces presidente, Paco Sánchez Legrán.

Los carteles mostraban sendas portadas del periódico Mercado de dinero, editado por la seudo asociación de consumidores Ausbanc, donde aparecían caricaturas del presidente y el portavoz de Facua, acompañadas de frases como "se busca", "métodos mafiosos", "oscuros negocios" y "un fraude para los consumidores". Ambos números de la publicación incluían reportajes con montajes llenos de difamaciones sobre la asociación.

Ya con la primera campaña, Facua solicitó al alcalde Sevilla, Juan Ignacio Zoido, que ordenara la retirada de estos carteles de la ciudad, ya que infringían la ordenanza municipal sobre publicidad. Sin embargo, la campaña siguió en las calles y, un mes después, Pineda contrató otra con nuevas falsedades.

Condena pionera a nivel mundial

Estos métodos de difamación contra Facua, ya sea a través de redes sociales o marquesinas, acabaron siendo declarados como injuriosos por varios juzgados y tribunales. De esta manera, se dictaron condenas mundialmente pioneras que implicaban la adaptación de una sentencia al método con el que se ha cometido la falta. El líder de Ausbanc acumula así un par de condenas por intromisión en el derecho al honor de la asociación y otras dos contra Rubén Sánchez.

La primera de estas condenas logradas por Sánchez fue también pionera, pues Pineda fue obligado a tuitear el fallo durante 30 días consecutivos en su cuenta personal de la red social. Igual de novedosa fue la forma en que tuvo que cumplirla, ya que lo hizo desde la cárcel. Fue la primera vez que una prisión habilitaba una habitación con acceso a internet para que un presidiario acudiera a ella cada día para cumplir una sentencia judicial.