Estas son las claves de la nueva ley de Formación Profesional Dual

La nueva ley de Formación Profesional Dual dirigida a estudiantes y trabajadores ha recibido luz verde en el Consejo de Ministros este martes pretende cubrir las necesidades futuras de la economía española. La Ley nace por la creciente presión de una mayor cualificación intermedia en el mercado laboral español, el año pasado el número de alumnos matriculado creció un 9,3%, el mayor aumento en una década. Contará con un fondo de presupuestario de 5.474,78 millones de euros previsto durante su implantación en cuatro años.

La exministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celàa, ya había realizado la primera lectura ante el Consejo de Ministros el pasado 15 de junio. Tras el cambio de diferentes ministros del Gobierno, ha sido Pilar Alegría quien ha asegurado que la futura ley dará lugar a "un proyecto de país, transformador y modernizador" que mejorará la vida de los ciudadanos.

Diferentes ofertas a la elección del ciudadano

La nueva FP se consolida en cinco diferentes grados (A, B, C, D y E) que se dan de manera progresiva y ascendente. Esta estructura permite abrir un abanico de ofertas como el ciudadano quiera con diferente duración y volumen de aprendizaje, desde microformaciones (A) hasta títulos y curso de especialización (D y E).

Los Grados ofrecen desde microformaciones (A) hasta títulos y curso de especialización (D-E)

De esta forma, en el Grado A podrás obtener una acreditación parcial de competencia; el Grado B es para aquellos que han superado todas las acreditaciones parciales de competencia, es decir, se completa un módulo; el C sería reúne varios módulos y conduce a la obtención de un Certificado Profesional; el D se corresponde con los actuales ciclos formativos de Formación Profesional básica y donde se incluirá un proyecto intermodular; por último, el Grado E se integrarán los cursos de especialización que tendrán una duración de entre 300 y 800 horas y quienes superen el curso obtendrán un título de Especialista (Grado Medio) o Máster Profesional (Grado Superior).

Se realizarán prácticas siempre

Otro punto clave de la ley es que las prácticas serán obligatorios a partir del Grado C, puesto que el A y el B son más cortos y no contemplan el modelo dual. La ministra ha concretado que la FP general tendrá un periodo de prácticas de entre el 25% y el 35% y la FP intensiva de un 35% a un 50%. En esta última modalidad existirá una vinculación contractual remunerada del estudiante con la empresa.

Relación entre FP y la Universidad

Por otra parte, se plantea una vinculación entre la Formación Profesional y las universidades para que estudiantes de ambas vías puedan completar su formación pasándose a la otra. El texto contempla nuevos modelos de colaboración, proyectos compartidos, o el intercambio de recursos y espacios.

Adaptado al mercado y al territorio

También la oferta de los grados de FP serán según las características propias del lugar, por lo que podría variar dependiendo de la comunidad. La ministra ha destacado que ha hablado con sindicatos, patronales y empresas para conocer "el tejido productivo de los próximos años".

Mejor acreditación de competencias

Otra baza del Gobierno en esta nueva ley es mejorar la acreditación oficial de las competencias que los trabajadores hayan adquirido en las empresas. De esta manera, se pretende agilizar el reconocimiento de experiencia de los trabajadores, así tres millones de personas podrán acreditar en cuatro años su conocimiento en determinada materia.

Más plazas

Por último, la ministra ha asegurado que mantiene su compromiso de ofrecer 200.000 plazas para las Formaciones Profesionales. Este año suma 60.000 a las 120.000 del curso anterior y las restantes ha confirmado que serán para 2023.