Este artículo se publicó hace 2 años.
Los ultraconservadores frenan las promesas reformistas del papa Francisco y planean su sucesión
El sumo pontífice reúne en Roma a los cardenales de todo el mundo, entre los que se encuentran aquellos que deberán decidir quién le sustituirá en el cargo. Su mandato se cerrará sin concretar grandes cambios en los temas más sensibles.
Bilbao-Actualizado a
El papa Francisco está sentado junto a quienes sueñan quitarle de la silla. Este lunes y martes, el máximo responsable de la Iglesia Católica a nivel mundial se reúne con todos los cardenales, entre los que se encuentran aquellos que dirimirán quién será su sucesor. También están allí los representantes de los sectores más reaccionarios de la Iglesia, los mismos que han dinamitado cualquier cambio progresista de calado dentro de esa institución.
El inédito cónclave que se celebra estos días en Roma ha servido para fortalecer las hipótesis sobre una cercana finalización del mandato de Francisco, quien lleva en el cargo desde marzo de 2013 y a día de hoy sufre problemas de salud. El encuentro fue convocado por el Papa con el objetivo de hablar de los retos futuros de la Iglesia. Unos retos que Francisco, previsiblemente, ya no abordará: será su sucesor quien tenga que hacer frente a esos asuntos.
El debate sobre la sucesión del papa sobrevuela ya el Vaticano y, pese a no tratarse del asunto oficial de la convocatoria, no dejará de estar presente en el cónclave de cardenales de esta semana. "Han venido a Roma a verse... e ir viendo quién puede ser el próximo sucesor", explica el religioso español Santiago Martín en el último video semanal publicado por los Franciscanos de María.
Martín destaca desde Roma que los cardenales se encuentran esta semana en esa ciudad para ver "cuáles son los problemas de la Iglesia y cómo solucionarlos. Del mismo modo, "están pensando y rezando por quién tendrá la pesada carga" de solucionarlos, en alusión al próximo papa.
"Lo nuclear sigue ahí, sin tocar"
Esta reunión no despierta grandes expectativas entre los sectores progresistas de la Iglesia Católica, cansados de esperar unos cambios que no terminan de concretarse o que, en el mejor de los casos, solo han afectado a cuestiones que no tocan el fondo doctrinal en temas como el derecho a una muerte digna, las personas LGTBI o el aborto.
Francisco ha tenido enfrente a los sectores más reaccionarios de la Iglesia Católica
"El papa no tiene en mente hacer grandes cambios, quizás porque no se ve capaz de organizar un cisma en la Iglesia", afirma a Público Raquel Mallavibarrena, portavoz de Redes Cristianas, una organización formada por más de 200 grupos, comunidades y movimientos católicos de base de todo el país.
A su juicio, el máximo responsable del Vaticano "solo ha tocado la doctrina en cosas mínimas". "Con su estilo personal ha dado también un estilo de iglesia, pero lo nuclear sigue ahí, sin tocar", lamenta Mallavibarrena.
A la hora de abordar esos asuntos, Francisco ha tenido enfrente a los sectores más reaccionarios de la Iglesia Católica, lo que ha impedido concretar los avances que se aventuraban al inicio de su mandato. La portavoz de Redes Cristianas destaca que pese a las "expectativas que el papa genera con su lenguaje cercano o con sus propias encíclicas, a la hora de concretar no da pasos".
"Absoluta jerarquización"
Esos pasos tan ansiados están sobre la mesa del Sínodo de las mujeres, un proceso que empezó en diciembre pasado y que reúne a cristianas de los cinco continentes. Sus conclusiones serán entregadas próximamente a la Secretaría del Sínodo de la sinodalidad, un ámbito de diálogo en el seno de la Iglesia católica convocado por el papa Francisco que involucra tanto a religiosos como a laicos y que concluirá en 2023 con la XVI Asamblea General Ordinaria de Obispos, donde se conocerán sus resultados.
La Revuelta de Mujeres en la Iglesia –un movimiento eclesial feminista que actúa en España– participa activamente en este proceso. En una reflexión enviada al Sínodo de la sinodalidad, esta plataforma de mujeres cristianas plantea precisamente que a día de hoy existe "una absoluta jerarquización y una enorme brecha entre el estamento clerical y el Pueblo de Dios".
Pepa Moleón, portavoz de este movimiento eclesial feminista, señala a Público que "no habrá sinodalidad en la Iglesia sin democratización y sin paridad", unas tareas que hoy no ve precisamente sobre la mesa de la jerarquía católica.
En la reflexión enviada a Roma, la Revuelta advierte precisamente que "la existencia y presencia mayoritaria de las mujeres se contradice con su inexistente poder de decisión", al tiempo que denuncia que son tratadas "como secundarias, no como sujeto eclesial".
Este movimiento reivindica "una Iglesia pobre, que vuelva a Jesús y al Evangelio, en la que las mujeres puedan alcanzar cualquier espacio y responsabilidad (incluyendo todos los ministerios y servicios) sin ninguna discriminación por razón de género u orientación sexual" y plantean "la renovación de la teología incorporando la formulada por las mujeres, así como una imagen de Dios acorde con los signos de los tiempos".
De hecho, apuestan por una reforma de los órganos de participación actuales "para que dejen de ser meramente consultivos y sean deliberativos y decisorios, en aras de la corresponsabilidad de todas las personas bautizadas".
"No parece que éstas y otras realidades se perciban como urgentes ni necesarias para una esperanzadora renovación de la Iglesia católica", afirma la Revuelta. Este movimiento reconoce en cualquier "la audacia de Francisco y su escucha del Espíritu". "No está solo", remarca.
"Doctrina tradicional"
Por su parte, Mallavibarrena pone el ejemplo de las personas homosexuales y su abordaje en el seno de la Iglesia Católica. "La doctrina oficial no ha cambiado –subraya–. Otra cosa es que él personalmente se haya reunido con homosexuales o haya dicho que no se les puede excluir. Pero cuando algún obispo dice que son unos enfermos, en realidad eso es lo que dice la doctrina tradicional, aunque nos parezca una barbaridad".
Entre los cardenales que esta semana se reúnen con el papa hay representantes de esas líneas ultraconservadoras que ejercen de muro contra cualquier avance. Es el caso de los Legionarios de Cristo, que acaban de anotarse un gol por la escuadra: Fernando Vérgez, un religioso español de esa orden que a día de hoy ejerce como gobernador civil en el Vaticano, acaba de ser nombrado cardenal por el papa.
"Francisco tiene una oposición muy fuerte. Hay cardenales que están deseando que se vaya y poner otro papa más tradicional, mientras que los movimientos conservadores como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo desde luego que no le van a apoyar", subraya Mallavibarrena desde Redes Cristianas.
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