En este mundo de las nuevas tecnologías, cada vez más globalizado, las oportunidades se han ampliado. Ser nómada digital supone tener un trabajo 100% remoto, que te permite total movilidad. 

Esta libertad geográfica te otorga la posibilidad de llevar tu propia oficina donde quiera que vayas, siempre conectado a Internet. Para muchos, esta forma de vida representa a la perfección el cumplimiento del refrán: "Trabaja para vivir, no vivas para trabajar".

Te contamos cuáles son los retos a los que se enfrentan, de qué trabajan y algunos consejos útiles si estás pensando en probar suerte como nómada digital.

Retos y ventajas de un nómada digital

Lo primero que debes saber es que el nomadismo digital es, en cierto modo, un empleo del siglo XXI. A pesar de que viajas mucho, no eres un turista como cualquier otro, puesto que tu trabajo siempre te acompaña. Se trata de reinventarse y explorar nuevos destinos mientras tu vida evoluciona. Quienes eligen convertirse en nómadas digitales priorizan crear un entorno laboral independiente de su ubicación.

Actualmente, gracias a la aparición del teletrabajo es mucho más fácil encontrar espacios de coworking en todo el mundo para poder trabajar de manera efectiva sin ataduras. 

Sin embargo, esta no es una modalidad de trabajo apta para todo el mundo. Debes de tener en cuenta que, para que funcione, debes ser realista y afrontar los siguientes retos:

Renunciar a tu vida anterior puede significar la pérdida de comodidades y estabilidad, pero la recompensa de vivir a tu manera siendo tu propio jefe; merece la pena. Ganas en libertad, tendrás la oportunidad de conocer gente y culturas diferentes constantemente, así como coincidir con personas que comparten el mismo estilo de vida. Por su parte, los espacios de coworking suelen tener espacios y eventos específicos en los que se abordan cuestiones como el marketing digital y ofrecen la posibilidad de ampliar conocimientos, al tiempo que compartes gastos. Además, podrás marcarte tu propio ritmo: los horarios son los que decidas tú. 

Qué trabajos se adaptan a esta modalidad

La 'pregunta del millón' probablemente sea: ¿A qué se dedican estas personas? Pues bien, hay un sinfín de oficios que puedes desempeñar siendo nómada digital.  Normalmente, los nómadas digitales tienen, en un porcentaje muy elevado, perfiles digitales y ejercen como freelances (autónomos). En esta breve lista, te damos algunas ideas sobre cuál podría ser tu futuro trabajo.

Los mejores destinos 

Estas son las ocho ciudades mejor valoradas para un nómada digital:

Tallín, (Estonia). La capital del primer país digital del mundo cuenta con una infinidad de negocios digitales emergentes. A su vez, reserva visados especiales para los nómadas digitales.

Lisboa, (Portugal). Google anunció recientemente que establecería en la capital lusa su segundo mayor centro de operaciones en Europa. Por lo tanto, aspira a ser un referente tecnológico para el continente europeo. 

Chiang Mai, (Tailandia). Esta ciudad del norte montañoso tailandés es un paraíso para cualquiera, pero especialmente para los nómadas digitales. En ella se combina Wi-Fi rápido y alojamientos baratos. Como advertencia, hay que estar al tanto de cuál es la política de visados.

Seúl, (Corea del Sur). Es la ciudad futurista que alberga a cientos de jóvenes emprendedores por su hipertecnología. Cuenta con el acceso a Internet más rápido del mundo. 

Tiflis, (Georgia). La capital de Georgia es una ciudad muy dinámica que mezcla tecnología y tradición. Además, acepta estancias de hasta un año sin necesidad de solicitar visado. 

Buenos Aires, (Argentina). El estilo de vida que se respira allí es ideal para un nómada digital: intensidad y actividad al mismo tiempo. La Casa Rosada impulsa el emprendimiento otorgándoles ayudas.

Budapest, (Hungría). Los precios de esta ciudad son más que asequibles y no tiene nada que envidiar a otras grandes capitales europeas como Bruselas o París.

Las Palmas de Gran Canaria, (España). Por último y no menos importante, esta maravillosa isla que goza de un excelente clima durante todo el año cuenta con una gran afluencia de coworkings. Por tanto, se convierte en un destino más que apetecible y cerca de casa.