El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha ofrecido hoy en el Congreso su explicación sobre la actuación de la Guardia Civil en la tragedia que terminó con 11 inmigrantes fallecidos cuando trataban de alcanzar las costas españolas. Tras reconocer que se dispararon pelotas de goma -recordemos, a un grupo de personas que por su desesperación nadaba exhausta y nerviosa en el mar- ha asegurado que el uso de esos elementos antidisturbios no tiene relación con las muertes. Al final, nada queda claro y es gracias al sarcasmo de los tuiteros como mejor se entera uno de todo.
Según el ministro, contradiciendo las denuncias de ONG y supervivientes, las pelotas de goma no impactaron contra las personas, sino que se utilizaban para "delimitar una línea imaginaria" que no traspasasen los subsaharianos. Ya saben, las típicas pelotas de goma imaginarias que hacen caricias imaginarias.
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Al parecer al Gobierno no le choca esa imagen de antidisturbios recibiendo escopeta en mano a un grupo de supervivientes de una tragedia con muertos.
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Durante su discurso, muy complicado como le ha confesado González Pons, ha caído en varias contradicciones.
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Precisamente ayer contábamos aquí como el director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, negaba el uso de pelotas de goma y amenazaba con querellas a quienes incriminaran a la Benemérita.
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Es que, claro, no es lo mismo ser español o feto que inmigrante ilegal.
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Nuestro piadoso ministro no ha hablado hoy de Santa Teresa. Se ve que esta vez no ha intercedido por los ahogados porque estaba liada con el problemón de la crisis.
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En su discurso ha vuelto a justificar la actuación en Ceuta con la lucha contra las mafias de trata de seres humanos.
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Muchas contradicciones, medias verdades y preguntas en el aire.
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LO ESTÁS VIENDO LO ESTÁS RIENDO (LOS TUITS ABSURDOS DEL DÍA)