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"A esta nueva y supuesta trama de espionaje del PP yo la llamaría, sin lugar a duda, 'Operación remolacha'"

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Están Juego de Tronos, El Padrino, House of Cards, y luego está el PP de Casado y Ayuso.

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Relacionada: La guerra del PP, en directo

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La guerra interna en el Partido Popular, que amainó un poco con lo de las elecciones en Castilla y León, ha vuelto y con más virulencia que nunca.

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Ante estas nuevas revelaciones nos hemos visto obligados a lanzar un nuevo Tremending Topic Exprés para trasladaros las impresiones y reflexiones de los tuiteros.

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Los cuchillos vuelan (metafóricamente, por el momento) entre la sede de Génova, el Palacio de Correos y la Puerta del Sol.

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Y el odio entre Ayuso y Casado ya no se puede esconder.

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Si empiezan con las técnicas que ambos usan con sus rivales políticos de otros partidos la cosa puede acabar como el rosario de la aurora.

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La izquierda mira con incredulidad lo que está sucediendo en las últimas horas.

La historia ahora tiene acusaciones de espionaje y supuestos contratos irregulares. Sorprendente, pero lo cierto es que tampoco es nada nuevo en la derecha española. Un capítulo más, que ya nos suena haber vivido.

La cosa ha surgido con lo que parecen convenientes filtraciones de uno y otro bando en los medios. Algunos lo explican así:

Las informaciones aparecidas en las últimas horas dicen que altos cargos del PP nacional operaron a través de Ángel Carromero para buscar detectives que comprobaran si el hermano de la presidenta madrileña, Tomás Díaz Ayuso, recibió una comisión por un contrato de 1,5 millones concedido por el Ejecutivo regional a un supuesto empresario amigo.

Vaya, vaya…

Y sí, Carromero también está metido en el lío según esos medios…

El contrato puesto en duda, sería uno para comprar mascarillas durante la campaña.

Menuda liada. Todo el PP y su entorno muy pendientes de esta historia…

La familia del PP, parece más dividida que nunca.

El partido ha emitido hasta un curioso comunicado en Twitter para desmentirlo.

Y Almeida ha comparecido respondiendo a lo que le ha parecido, escudándose en que lo hacía en calidad de alcalde, cuando también es portavoz nacional del PP.

Dice que han hecho las "averiguaciones pertinentes", que tanto el trabajador como el detective niegan el encuentro y que "no hay ningún contrato de la empresa ni con el detective, ni con la empresa para la que trabaja". Pues nada.

La batalla puede incluso que solo esté comenzando. Solo el tiempo dirá cómo acaba todo esto.

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