¿Qué pasa con la serie 'Escándalo' de Telecinco, que nadie ha visto pero de la que todos hablan?

"Inés, 42 años. Hugo, 15 años. ESTO es Escándalo, relato de una obsesión". Así promociona Mediaset España la serie que estrena este mes en Telecinco. Una historia que para empezar ya ha conseguido lo que quizá se buscaba, que todos hablen de ello.

La actriz Alexandra Jiménez se pone en el papel de una mujer de 42 años que se enamora de forma obsesiva de un menor de 15 años, interpretado por Fernando Lindez. A lo ya de por sí escandaloso de una historia que presenta un caso de pederastia, se suman las imágenes bastante explícitas, la música épica y la promoción a bombo y platillo en las redes.

Como era de esperar con estos mimbres, el debate se ha extendido en las redes sobre una serie que nadie ha visto pero de la que todos hablan. Desde los que acusan a sus creadores de "romantizar el abuso de menores" a los que critican el "morbo" con el que se trata el asunto o los que recuerdan que la ficción es ficción. Tampoco han faltado los clásicos comentarios de la fachasfera que ha encontrado una nueva disculpa para atacar al feminismo.

En medio de la controversia, uno de los guionistas de la serie ha dejado su opinión en Twitter.

"Escucho a gente decir que en esta serie pretendemos normalizar la pederastia. ¿De verdad su título os lleva a pensar eso? 'Escándalo' y 'obsesión' no suena muy romántico…", ha asegurado.

Otra de las guionistas, Aurora Guerra, ha considerado en una entrevista en La Vanguardia que es "un poco el tema de Lolita, pero al revés”. "Que un hombre mantenga una relación con una menor se ve más normal que si lo hace una mujer, aunque obviamente es inaceptable en ambos casos”, reflexiona. En la misma entrevista, Guerra también asegura que “las mujeres somos menos perdonadas por los mismos pecados que los hombres y se nos trata de forma más severa”.

La polémica está servida.

Poca sorpresa ante la polémica por un tema tan delicado, más aún con una promoción en las redes sociales de por medio, donde el enfrentamiento verbal es habitual. Parece difícil que sus creadores se hayan visto sorprendidos.