"No es un 'working class hero', sino una víctima": la reflexión tras el vídeo viral del joven con dos trabajos

En los últimos días se ha viralizado un vídeo publicado por un joven de 22 años llamado David, –y Nano en las redes sociales– en su cuenta de TikTok en el que comparte su difícil situación económica y laboral: obligado a tener dos trabajos y a trabajar 13 horas al día para mantener a su familia.

Nano lanza un poderoso mensaje a todos aquellos jóvenes de su edad que no tienen agobios económicos, sobre todo "a los que vienen de buena familia". "Te dan tu paga, te compran tus cosas, tu chándal, mierdas. No te falta de ná… ¿Por qué dejas el instituto? ¿Por qué te gastas el dinero en porros, en fiesta, en mierdas? ¿Por qué vas de barrio si no te falta de nada?", argumenta Nano.

Nano cuenta que trabaja, entre otras cosas, para poder comprarle "unas zapas" a su hermana. "Aquí estoy, sacando a mi familia adelante, que es lo que toca. Y os creéis calle, pero calle no es eso. Calle es cuidar a tu familia, calle es sacar a tu familia adelante", sentencia. Pero será mejor que vean el vídeo.

El vídeo ha tenido mucha repercusión y acumula ya tres millones de visualizaciones. Nano ha sido entrevistado en varios programas de televisión –entre ellos el nuevo programa vespertino de Ana Rosa Quintana– y se ha convertido de la noche a la mañana en un héroe de la clase trabajadora, un ejemplo a seguir, especialmente entre los jóvenes. Muchos en las redes sociales alaban a este joven por su sacrificio y esfuerzo.

Nano merece un reconocimiento y un aplauso, sin duda. Pero no es menos cierto que ni Nano ni su familia deberían estar en la situación en la que están. A Nano no basta con darle la razón, hay que darle también medios para que no tenga que trabajar 13 horas al día para sobrevivir con dos trabajos precarios y mal pagados. ¿Eso es lo que toca? ¿No sería mejor brindar a Nano oportunidades para garantizarle un futuro digno y que no se vea obligado a vivir en el alambre cada día de su vida?

Elogiar a Nano es también hacer un elogio de la pobreza, de la falta de oportunidades y de recursos, de la injusticia de un sistema económico que se ceba con los que menos tienen. Nano es la máxima expresión del fracaso del neoliberalismo económico en el que estamos inmersos.

Eso es lo que pensamos y lo que piensa también una buena parte de la legión tuitera. Veamos lo que dicen los tuiteros, que siempre lo expresan mejor que nosotros.

El caso de Nano recuerda a otro que ya contamos aquí y que también se viralizó gracias a TikTok, el de Butch, un anciano que a sus 82 años seguía trabajando de cajero en un supermercado de Estados Unidos para poder vivir ya que no podía jubilarse. Su situación desató una ola de solidaridad: desde las redes sociales se lanzó una campaña de recaudación de fondos para que Butch pudiera jubilarse. Butch y Nano son, sobre todo, víctimas del capitalismo más depredador. Esa es la realidad.