Claudia Sahuquillo: “He sido muy feminista desde antes de saber lo que significaba”
La valenciana reivindica el feminismo por medio del arte. Su trabajo se ha hecho popular en Instagram, donde cuenta con más de 75.000 seguidores. Como muchas otras mujeres, se ha cansado de que el patriarcado cancele nuestras tetas y en su proyecto #Skinisthenewcanvas utiliza el cuerpo de las mujeres como lienzo.
Helena Celma
Los bebés empiezan a dar sus primeros pasos y a decir sus primeras palabras entre los nueve y los doce meses. A esas alturas, Claudia Sahuquillo ya pintaba. “Cogí un lápiz muy pronto, me puse a dibujar y nunca paré de hacerlo”, nos explica la artista. La valenciana de 29 años empezó desde muy pequeña a expresar sus pensamientos y sus valores por medio de los trazos. Su leit motiv desde que tiene uso de razón han sido las mujeres, hecho que no ha cambiado después de casi tres décadas.
Claudia Sahuquillo es conocida en las redes sociales por su arte feminista y reivindicativo, donde le siguen más de 75.000 usuarios. Ha colaborado con marcas de altísimo nivel, como Nike, Sony y Desigual. Sin embargo, para entender lo que es Claudia a día de hoy, hay que saber de dónde viene su obsesión por el universo de las mujeres.
“Yo tengo un hermano mellizo y desde muy pequeña he visto la diferencia entre géneros. He sido muy feminista desde antes de saber lo que significaba el feminismo”, comentaba. Algunas de las desigualdades de las que ha sido testigo sucedieron en el seno familiar. A ella le pedían que recogiera la mesa mientras que a él no, y cuando preguntaba el por qué de esa discriminación, la respuesta que obtenía era que “él era un chico”. Estos detalles fueron gasolina para un fuego que ya prendía en su interior, y que supo definir cuando se topó con la palabra “feminismo”. “Era ponerle nombre a los valores, las motivaciones y la lucha”, cuenta la artista.
Desde ese momento, ha pintado miles y miles de obras con las mujeres como protagonistas. “Dibujo muy rápido y no me interesan nada las técnicas académicas. Me interesa el mensaje y lo que hay detrás”, detalla. Estudió Bellas Artes y, con 20 años, se vino a Barcelona para estudiar un máster de investigación en arte. A este cambio de aires hay que sumarle su cambio de trabajo, ya que pasó de ser camarera a ser contratada por Nike para colaborar como artista en un proyecto.
Una lucha artística
Desde ese momento, pasó por otras muchas publicaciones y colaboró con otras muchas marcas de gran prestigio. Sin embargo, lo importante de su arte es el mensaje que transmite de mujer empoderada. Me interesa lo que hay detrás del arte, el mensaje, y eso es lo que contratan las marcas y las empresas. No contratan solo mi arte, sino lo que represento yo”, destaca Sahuquillo. “Lo que me hace orgullosa es mi lucha feminista a través del arte. El arte me hace profundamente feliz, es mi gran pasión, pero el feminismo también lo es. Haría esto aunque no me conociera nadie”, afirma con determinación.
Esta lucha feminista mediante el arte la llevó a ser conocida por su línea de pensamiento, y eso ha sido precisamente lo que le ha abierto y cerrado puertas: “A mi solo me han contratado las marcas que sí que comparten estos valores, y yo también he tenido que decir que no muchas veces por eso”.
El sistema patriarcal sigue instaurado en la sociedad y provoca que ciertas empresas sigan teniendo reparos por contratar sus servicios. No hay que olvidar que el feminismo busca una ruptura con el sistema y muchas de estas entidades son parte de él. “Yo no hago un feminismo de Instagram, hago un feminismo real, que marca la diferencia y que lucha, y eso no es para todas las marcas. Yo quiero trabajar con aquellas que de verdad se preocupan y que genuinamente quieren dar un cambio”, expresa la valenciana.
Instagram es su principal plataforma, en la que muestra sus inquietudes feministas, como la menstruación y el tabú que le rodea. Es habitual ver ilustraciones en las que muestra cómo se siente al tener la regla.
“No entiendo los tabús, y a veces me siento muy fuera de la sociedad porque no soy tan capaz de fingir y de adaptarme. Tengo unas ideas, las digo y las muestro. Siempre he sido así”, se define.
Frenar para mejorar
El auge de trabajo y reconocimiento provocó que el cómputo de horas pintando escalara peligrosamente. Es naif pensar que la transformación de una pasión en el trabajo no afecta, y a raíz de la pandemia, Claudia tuvo que aprender a frenar por el bien de su salud mental.
“Yo me dedicaba a viajar por el mundo pintando cuerpos. Cuando no pude ni viajar ni pintar, me faltaba algo en la vida. Yo tuve que cambiar completamente todo”, explica en referencia a su proyecto #Skinisthenewcanvas, que utiliza el cuerpo de las mujeres como lienzo.
Relacionada: Memes para ver el arte con perspectiva de mujer
Este parón en la vida, no solo de ella sino de todo el mundo, permitió que empezara terapia y que iniciara un viaje introspectivo que le ha cambiado el punto de vista en muchos aspectos. “He podido mirar a la realidad de cara. No es Instagram, no son fotos bonitas ni todo vale la pena. No es verdad, la vida duele y es dura, y la clave está en encontrar la felicidad que a ti te funciona. Eso es lo que nos ha pasado a mucha gente, que hemos sido forzados a mirar la realidad de cara y eso es muy duro. Una vez lo haces, ya no te puedes echar para atrás. Es doloroso pero interesante”, remata.
Este cambio de perspectiva ha ayudado a que haya alcanzado el éxito. La RAE define este concepto como el “resultado feliz de un negocio, actuación” o la “buena aceptación que tiene alguien o algo”. No obstante, el éxito es personal, porque lo que representa para alguien, puede ser completamente indiferente para otra. En el caso de Sahuquillo, su éxito reside en “despertarse cada mañana y tener ganas de vivir la vida, e irse a dormir sin ansiedad”. “Eso no te lo da una cuenta de Instagram, ni salir en Vogue, ni 10.000 euros al mes”, comenta la valenciana.
Un día en la vida de Claudia Sahuquillo
Gracias al giro en su mentalidad, se ha permitido hacer algo a lo que no estaba para nada acostumbrada: descansar. En anteriores épocas, su vida se basaba en trabajar, sobre todo para “no afrontar otras áreas” de su vida, pero ahora ya se permite dedicar la tarde a otras de sus grandes pasiones, como leer. Otro de sus hobbies favoritos es escribir en su diario, al que le dedica como mínimo una hora al día. “Invierto más horas semanales en escribir que en pintar”, comenta sorprendida.
También dedica parte del día a su otro negocio. Más allá de pintar, Claudia también se ha especializado en ser coaching individual y grupal, ayudando así a que las personas mejoren en ciertos aspectos vitales y alcancen todo su potencial. “Me hace muy feliz que las personas confíen en mí para generar un cambio en su vida y que lo consigan. Es algo increíble. Es una sensación de estar al servicio y poder ayudar a cientos de personas. Eso también es éxito”, concluye.