Errores para no repetir en el Benidorm Fest: Las peores actuaciones de España en Eurovisión
El gallo de Manel Navarro, los cero puntos de Victor Balaguer, el esperpento de Rodolfo Chikilicuatre… Aquí recopilamos algunas de las muchas cutradas que hemos llevado a Eurovisión.
Se acerca el día. Ya queda menos para saber quién será la persona que viajará a Liverpool en mayo y nos representará en Eurovisión este año. Después de la primera semifinal, desde RTVE siguen trabajando en el Benidorm Fest y muchos desean que la canción elegida en el festival sea una buena representación para España.
La esperanza es lo último que se pierde. Y si no que nos lo digan a nosotros, que llevamos más de 50 años sin ganar el Festival de la Canción. Fue en 1969 cuando la cantante Salomé con el tema Vivo cantando conquistó el puesto número uno en el festival. Y vaya victoria… En aquella edición, cuatro países consiguieron la misma puntuación y al no haber reglas para un desempate, las cuatro canciones se consideraron ganadoras.
Antes y después de Salomé hubo otros artistas que, desgraciadamente, no tuvieron la misma suerte. Fueron a Eurovisión con la ilusión de ganar o al menos de quedar en una posición digna (un top 10 aunque fuera), pero volvieron a casa con las manos vacías.
Entre todos ellos, hay actuaciones que siguen en el imaginario colectivo de los eurofans. Hablamos de puestas en escenas cutres, malas ejecuciones vocales y algún que otro sinsentido que durante estos más de 50 años hemos llevado al festival. Desde UwU hacemos un recopilatorio de las peores actuaciones de España en su paso por Eurovisión.
And the 0 points go to… Spain
No han sido una, ni dos, sino tres, las ocasiones en las que España ha vuelto a casa con cero puntos bajo el brazo. Para el primer ejemplo tenemos que remontarnos 1962, con Victor Balaguer y su tema Llamame. Balaguer viajó hasta Luxemburgo y quedó en última posición, pues no recibió ningún punto.
Fue también el caso de Conchita Bautista, que representó a España en Eurovisión en dos ocasiones: en 1961 y en 1965. En su segundo intento y tras presentar la canción ¡Qué bueno, qué bueno!, se llevó cero puntos y quedó última junto con otros países que tampoco recibieron votos.
La última en esta lista es Remedios Amaya y su Quién maneja mi barca. Corría el año 1983 cuando la cantaora se desplazó hasta Alemania para presentar esta canción que fusionaba flamenco y pop. Para muchos seguidores del festival, la derrota de Amaya fue uno de los mayores robos que ha sufrido España en el Festival de la Canción.
Última posición y para casa
En el recorrido de España en Eurovisión ha habido dos ocasiones que, aun habiendo recibido algún voto caritativo, no hemos conseguido salir de la odiada última posición. La primera fue en 1999, cuando Lydia llevó a Jerusalén su No quiero escuchar y consiguió un único punto de Croacia. Su actuación fue muy criticada por el traje que Agatha Ruiz de la Prada le diseñó para la ocasión, que para muchos fue el peor estilismo de la historia de nuestro país en el festival. Aunque la canción tampoco es que fuera para tirar cohetes…
El otro protagonista de este ranking es Manel Navarro, el catalán que en 2017 nos representó con el tema buenrollista Do It for Your Lover. La elección de Manel como representante empezó con polémicas y la canción no fue la favorita del público español en la preselección. Solo hace falta recordar la reacción que tuvo el público cuando anunciaron su victoria como representante.
Pese al revuelo, Navarro viajó hasta Kiev, donde se celebraba Eurovisión aquel año. Y después del famoso gallo al final de la actuación, pocos tenían esperanzas de salir del bottom de la tabla. España logró únicamente 5 puntos del televoto de Portugal (¡gracias vecinos!).
¿De verdad era necesario?
Este ranking no puede pasar por alto la participación de Rodolfo Chikilicuatre y su Baila el chiki-chiki. El personaje, que parecía sacado de una película de comedia, se subió al escenario de Belgrado con una guitarra de juguete y dos bailarinas que no paraban de caer al suelo. Una de ellas fue la mismísima Silvia Abril, que tiene anécdotas para dar y regalar sobre esa etapa eurovisiva.
Para muchos, el esperpento del Chikilicuatre jugó al máximo estilo typical spanish y quizá fue eso lo que conquistó en Europa. Porque a pesar de las críticas por poca seriedad, el chiki-chiki acabó en 16ª posición, una de las mejores clasificaciones españolas de la década.
Y actuales como el chikilicuatre hay unas cuantas. Las actuaciones de Soraya, en 2009 y con La noche es para mí, y de Lucía Pérez, en 2011 con Que me quiten lo bailao’, se meten de lleno en el repertorio de actuaciones que más cringe han dado. Cierto es que han envejecido mal, pero en su momento tampoco fueron bien recibidas. Al menos en el festival, pues quedaron la 24ª y la 23ª de un total de 25 países, respectivamente.
Y dónde dejamos el Algo chiquitito de Daniel Diges, que nos representó en 2010. Diges tuvo la mala suerte del directo: el espontáneo Jimmy Jump subió al escenario y se puso a hacer el payaso. Muchos creyeron que se trataba de parte del espectáculo, pero solo hacía falta verla cara de confusión del cantante, que era todo un poema.
‘Esperpentos’ más allá de nuestras fronteras
Cabe decir que no hemos sido los únicos que a lo largo de la historia del Festival de la Canción hemos jugado a la desesperada. Recuperamos dos que nos han llamado especialmente la atención.
En 2003, Austria llevó a Alf Poier para interpretar el tema Weil der Mensch zählt. La puesta en escena era todo un espectáculo: vestido como un niño pequeño (con gorra incluida), Poier aparecía acompañado de dos coristas y siluetas de animales de cartón. Más que Eurovisión parecíamos estar asistiendo a un espectáculo infantil…
En 2008, la preselección de Irlanda nos dejó asombrados con la actuación de Dustin el pavo. ¿Qué hay más estrambótico que un títere con forma de pavo en mitad de un escenario? El muñeco fue el encargado de poner voz a Irelande Douze Pointe, la canción que no logró pasar de semifinales. La actuación es un claro “ver para creer”.
¿Quién viajará a Liverpool este año? Tendremos que esperar al 4 de febrero para saber qué canción representará a España en Eurovisión 2023. Aunque después del éxito de Chanel el año pasado, la audiencia espera que el próximo representante siga los pasos de la artista. Ya no queremos añadir más actuaciones a este fatídico ranking.