Netflix se adentra en la historia de la Barbie negra
El nuevo documental aborda el origen de la primera muñeca negra de Mattel y el papel esencial de tres mujeres de la compañía que lucharon por crear una Barbie parecida a ellas.
En 1980, cuando la igualdad entre blancos y negros seguía siendo tarea más que pendiente en Estados Unidos, Mattel rompió lo establecido y lanzó la primera Barbie negra. La muñeca permitió que millones de niñas pudieran, por primera vez, sentirse representadas en un juguete con tanto peso y reconocimiento, como en aquel momento ya era la mítica Barbie.
Esta primera muñeca negra de la empresa cofundada por Ruth Handler es la protagonista de Black Barbie, un documental producido por Shondaland que llegó a Netflix el pasado 19 de junio. El largometraje aborda el origen de esta muñeca que, por primera vez, dejó de ser rubia y con ojos azules, así como el impacto social y cultural que tuvo su lanzamiento en la década de los 80.
Lagueria Davis, la directora de Black Barbie, se inspiró en la experiencia personal de su tía abuela Beulah Mae Mitchell, una de las grandes protagonistas de este episodio en la historia de Barbie. Mitchell tuvo la idea de sugerir a Handler el lanzamiento de una Barbie negra. Con ella empezó todo.
La primera Barbie negra
Nacida en 1938, Beulah Mae Mitchell creció inmersa en las realidades de una América segregada. Comenzó a trabajar en la fábrica de Mattel como probadora de juguetes e inspectora de calidad en 1955. En la empresa, Mitchell pudo presenciar de primera mano el nacimiento de Barbie y le sugirió a la presidenta y cofundadora de la empresa, Ruth Handler, la posibilidad de producir una muñeca negra.
Christie, la primera muñeca negra de Mattel, comercializada como “amiga de Barbie”, debutó en 1968. Sin embargo, no fue hasta la década de 1980 cuando una Barbie exclusivamente negra llegó a las tiendas. Todo fue gracias al trabajo de Kitty Black Perkins, la primera diseñadora negra de Mattel y otra de las protagonistas del documental de Netflix.
Stacey McBride-Irby es la tercera protagonista del largometraje, quien entró a trabajar en la compañía en los 90 y se convirtió en la aprendiz de Perkins. Con el paso de los años, el equipo de Mattel liderado por estas tres mujeres acabó trabajando en los tonos de piel, los tipos de cabello y las facciones faciales para asegurarse de que la muñeca representara de manera más realista a las niñas negras.
Estreno en ‘Juneteenth’
“Si a lo largo de tu vida nunca has visto algo hecho a tu imagen y semejanza, hay un daño hecho”, explicó Davis, directora de Black Barbie, en una de las entrevistas realizadas con motivo del lanzamiento del documental. Desde la primera Barbie negra, Mattel ha lanzado diferentes muñecas que representan a mujeres afroamericanas influyentes en la historia, como Rosa Parks, Katherine Johnson o Ella Fitzgerald, que forman parte de la serie “Barbie Inspiring Women”.
En el caso del documental, hasta la propia fecha de lanzamiento pretende lanzar un mensaje. El día elegido fue el 19 de junio, que es conocido como Juneteenth o Día de la Emancipación, una jornada que conmemora el fin de la esclavitud en los Estados Unidos. Esta festividad sirve como un recordatorio de la resiliencia y fortaleza de la comunidad afroamericana y promueve la reflexión sobre la historia de la esclavitud, la discriminación racial y la lucha por los derechos civiles en EE.UU.
Impacto cultural
El documental trata de reflejar cómo en los 80, cuando el ideal de belleza femenino estaba relacionado con rasgos físicos típicamente occidentales, lanzar una muñeca de raza negra fue una idea totalmente rompedora. Sin embargo, las mujeres que participan en el filme no dudan en dejar caer críticas hacia la compañía para la que trabajaron.
Las entrevistadas discuten sobre la falta de promoción de la primera muñeca negra por parte de Mattel y cuestionan su papel como mera acompañante de la Barbie principal. Además, hablan de cómo la marca, en un primer momento, apenas estudió cómo debía ser el juguete para que este fuera una representación física realista de una mujer negra.
La inclusión de muñecas negras permitió a Mattel expandir su mercado y llegar a una nueva base de consumidores mucho más diversa. Las entrevistadas señalan que había un objetivo social de representación por parte de la marca, pero también una intención de aprovecharse de lo que, comercialmente hablando, les permitiría esta nueva muñeca.