Taylor Swift: el vendaval económico que deja 'The Eras Tour' en cada ciudad
Taylor Swift acaba en diciembre el 'The Eras Tour', una gira con la que habrá hecho 151 conciertos y cuyas ganancias alcanzan cifras nunca vistas hasta la fecha.
Helena Celma
La música es un fenómeno que mueve masas. Seríamos capaces de coger un avión e ir hasta otro país con tal de ver a nuestro artista favorito entonar aquellas canciones que cantamos a pleno pulmón en el coche, que nos emocionan y nos hacen llorar, o simplemente que nos hacen feliz. Es la magia de la música y su poder de convertir imposibles en posibles.
Si hay una artista que controla la escena musical como nadie y que es capaz de mover a millones de personas a su paso, esta sin duda es Taylor Swift. La artista de Pensilvania firmó su primer contrato discográfico en 2006, y en sus casi dos décadas de trayectoria musical, ha lanzado temazos que ha escuchado todo el mundo, como Love Story, Shake it off, You belong with me, Fearless… o algunos más recientes, como Fortnight, Cruel Summer o Exile, entre muchísimos otros.
La gira en la que está inmersa, ‘The Eras Tour’, se ha convertido en la gira con mayores ingresos de la historia. Y no es algo de extrañar, si tenemos en cuenta que hará 151 espectáculos entre marzo del 2023 y diciembre del 2024, y la recaudación a finales del año pasado, cuando tan solo había estado por los Estados Unidos, ascendía a los 1.040 millones de dólares, según Pollstar.
Para hacernos una idea de la magnitud económica: si a cada concierto asisten aproximadamente unas 70.000 personas y el promedio de cada entrada ronda los 238 millones de dólares, esto implica que la recaudación por fecha asciende a los 17 millones de dólares.
De esta forma, ha pulverizado el récord que estableció la gira de despedida de un mítico como Elton John, que recaudó 939 millones de dólares en 328 espectáculos. Otro dato que permite ver la magnitud de este fenómeno es que la recaudación de esta gira, que es la sexta de Taylor Swift, equivale a las que consiguieron Beyoncé y Bruce Springsteen juntos el año pasado.
Relacionado: Así fue el concierto de Taylor Swift en Madrid
Lejos han quedado los conciertos en los que llenaban pabellones: lo suyo ya son estadios, porque la magnitud del fanatismo que mueve reclama cada vez más y más. Miles de personas se desplazan en cada una de sus fechas y van cruzando fronteras para poder acudir a un espectáculo que se antoja como único de forma reiterada. De hecho, se ha convertido en un evento que es capaz de reunir a las mayores celebrities del país para vivir una noche de ensueño.
Un vendaval económico en Madrid
Taylor Swift visitó el Santiago Bernabéu, cuna del Real Madrid y escenario de grandes conciertos desde su faraónica remodelación, el pasado 29 y 30 de mayo. Durante las dos noches asistieron más de 150.000 personas, en un espectáculo que duró 3 horas y media y en el que hizo un repaso de todas sus eras.
Además de todos los fans, también hubo algunos de los famosos que no quisieron perderse el espectáculo fueron: Blanca Suárez, Edurne y David De Gea, Pau y Cat Gasol, Violeta Mangriñán, Eugenia Martínez de Irujo, Aitana Ocaña, etc.
También estuvieron presentes figuras políticas del panorama español, como la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz o el ministro de Transportes, Óscar Puente, o la diputada Cayetana Álvarez de Toledo. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no estuvo en el concierto pero sí que habló sobre ella en la entrevista que concedió en La pija y la quinqui, donde se refirió a ella como “artistaza” y detalló que su canción favorita era Snow on the beach, que canta con Lana del Rey.
La cuestión es que todo el mundo quiere estar presente en un evento de tal magnitud, porque son conscientes que no se trata de una artista más del montón, sino de alguien que hace historia en la industria musical y que, a sus 34 años, la escuchan 97 millones de personas al mes, según datos de Spotify.
Si nos fijamos en los términos económicos, o los ‘Swiftonomics’ -la influencia económica-, los viajes en tren hacia Madrid se triplicaron durante aquellas fechas. Además, los hosteleros cifraron el impacto económico sobre los 10 millones de euros, con un gasto promedio de 280 euros diarios por parte de turistas nacionales e internacionales.
Por lo tanto, la llegada de una artista de este calibre se convierte en un reclamo por varios motivos. Más allá del prestigio que da como ciudad, también es relevante el aspecto económico, algo que destaca de sobremanera en este caso en concreto. Un fenómeno de este calibre deja a su paso cifras acordes a su magnitud, y Taylor Swift hace ya demasiados años que se ganó el derecho de ser uno de los huracanes artísticos más preciados.