Qué es el ‘problema de los tres cuerpos’ en el que se basa la serie de Netflix de la que todo el mundo habla
Te contamos las claves de este problema de mecánica orbital para entender mejor el trasfondo de la nueva serie que encabeza el ranking de más vistas en Netflix.
En 2006, el ingeniero y escritor chino Liu Cixin publicó El problema de los tres cuerpos. La novela de ciencia ficción pronto se convirtió en un éxito en ventas en China. La primera de las novelas de la Trilogía de los tres cuerpos fue traducida al inglés y al castellano (entre una decena de idiomas), galardonada con el premio Hugo a la mejor novela y nominada para el premio Nébula.
Al margen del drama humano de la historia, Cixin decidió basar su relato en un conocido problema de la mecánica orbital, conocido como “problema de los tres cuerpos”. Casi un par de décadas después de su publicación, este paradigma de la física vuelve a estar en boca de todos gracias a Netflix. La plataforma ha estrenado una serie basada en la novela que ha hecho que muchos vuelvan a interesarse por el tema.
De los creadores de ‘Juego de Tronos’
La primera temporada de El problema de los tres cuerpos continúa encabezando el primer puesto del ranking de series más vistas de Netflix, con 115 millones de horas vistas apenas tres semanas después de su estreno en la plataforma. Producida por David Benioff y D. B. Weiss (quienes ya estuvieron a la cabeza de la producción de Juego de tronos), y dirigida por Alexander Woo (The Terror), la serie narra una historia que abarca desde los tiempos de la revolución cultural china hasta el fin mismo del Universo.
El contacto con una civilización extraterrestre y el temor de la humanidad a una invasión inminente sirven de contexto dramático para poner en pie la historia. En ella encontramos caras conocidas como las de John Bradley y Liam Cunningham (Juego de Tronos), Eiza González (Baby Driver), Benedict Wong (Doctor Strange) y Tsai Chin (Shang-Chi).
Aunque la trama de extraterrestres invasores al planeta Tierra es un clásico, la serie ha conseguido diferenciarse presentando varias peculiaridades. “Por un lado, un enfoque social y cultural muy alejado de la uniforme visión occidental que siempre ofreció la ciencia ficción de este tipo; por otro, una actualización y rigurosidad de los aspectos científicos que no veíamos desde los años noventa”, explica la periodista Gisela Baños en Librújula.
Como telón de fondo, encontramos el problema de mecánica orbital sobre los tres cuerpos. Es ahí donde radica gran parte del interés que está suscitando la serie.
Qué dice la ciencia
El problema de los tres cuerpos plantea lo difícil que es predecir el movimiento de tres cuerpos que pertenecen a un mismo sistema orbital. Las leyes de Isaac Newton sobre la gravedad lograron predecir con exactitud los movimientos que realizarán dos cuerpos (un planeta y una estrella, por ejemplo) en un sistema. Estas leyes permiten predecir el movimiento de la Tierra alrededor del Sol, de la misma manera que el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra.
Pero, ¿qué ocurre cuando entra en juego otro tercer objeto? Ahí empieza el caos. Este problema señala que es muy complicado predecir con precisión cómo se moverán tres cuerpos en un mismo sistema orbital a lo largo del tiempo bajo la influencia gravitacional de cada cuerpo. A diferencia del caso de dos cuerpos, como la Tierra y la Luna, donde se pueden obtener soluciones analíticas, para tres o más cuerpos, no existe una solución general que pueda expresar con ecuaciones simples su movimiento orbital.
¿Y qué tiene que ver el problema de los tres cuerpos con la serie que está arrasando en Netflix, más allá de su nombre? La trama de la ficción gira en torno a la existencia de un planeta alienígena llamado Trisolaris, que orbita en tres soles, es decir, en tres cuerpos. Los científicos de Trisolaris se enfrentan a una versión extrema de este problema físico. Debido a las fluctuaciones gravitacionales impredecibles causadas por la presencia de tres soles, su sistema planetario experimenta una gran inestabilidad que hace que la vida en su planeta sea insostenible. La serie plantea cómo lidiar con el problema, aunque en la vida real no existe una solución.
El descontento de China
Al margen del argumento científico, la serie está levantando pasiones. Pero no en todos los lugares. En China, donde Netflix no está disponible, el público ha accedido a la serie a través de una VPN o por medio de piratería. Allí la novela de Cixin es uno de los libros más vendidos de ciencia ficción y más reconocidos del género. La cadena pública china de televisión ya hizo una adaptación del libro, por lo que la expectación por ver cómo lo hacían desde el extranjero era grande. Gran parte de los que han visto la serie ha dejado comentarios negativos en redes sociales.
“Muchos se centraron en lo poco halagadora que es la imagen de China y los pocos elementos chinos que se incluyen en la serie (...). En la versión de Netflix, la historia se desarrolla en Reino Unido principalmente y no en Pekín. Los actores son racialmente diversos: latinos, negros, blancos, sudasiáticos y chinos. Algunos comentarios califican el elenco diverso de ‘corrección política al estilo estadounidense’, mientras que otros se preguntan por qué la serie presenta a chinos étnicos solo como villanos o personas pobres”, reflexiona la periodista Li Yuan en The New York Times. El hashtag “La versión china gana” llegó a ser tendencia en las redes sociales del país.