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Un fotorreportero de Carolina del Sur ha grabado la imagen más nítida y cercana vista hasta el momento del derribo del globo de origen chino acusado de espionaje militar en Estados Unidos. Uno de los dos aviones de combate F-22 destinados a abatirlo, atraviesa con un misil la malla que lo mantiene a 60.000 pies de altura. Sus artilugios tecnológicos, del tamaño de tres autobuses, caen sobre la costa atlántica de Myrtle Beach, en Carolina del Sur. Es el fin a cinco días de periplo de oeste a este del país norteamericano por el que se felicita a pie de pista Joe Biden. El presidente estadounidense dice que propuso acabar con él el pasado miércoles pero que no se había hecho hasta ahora porque esperaban a que sobrevolase el océano para evitar daños sobre la población. Aún así, fue necesario cerrar el espacio aéreo durante varias horas de tres aeropuertos cercanos. Los restos del globo, que China mantiene que era para uso civil meteorológico, serán llevados a laboratorio para ser analizados por expertos de las agencias de inteligencia y el FBI. Tras sus disculpas del viernes, el gobierno de Xi Jinping muestra ahora su fuerte descontento por la "reacción exagerada", dice, de Estados Unidos y asegura que se reserva el derecho de tomar medidas similares en el futuro. Tensión en aumento justo el fin de semana en el que se iba a producir el deshielo de las relaciones bilaterales con la visita oficial del secretario de Estado estadounidense a Pekín, suspendida por la incursión de este arfectacto, que no sería el único, ya que se sigue notificando el recorrido, de Costa Rica a Colombia, de otro globo similar que también sería de origen chino.  -Redacción-