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Una vez más, haciendo piña, defendiendo la ley frente a los que la aplican mal, la retuercen, como afirma la secretaria general de Podemos, la ministra Ione Belarra. "El objetivo de estos ataques y de esta operación es que nos rindamos". Que no van a cambiar la ley del 'sólo sí es sí' por la del 'no es no', volver a atrás, cuando la mayoría de mujeres, apunta la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, no llega ni a denunciar. "Es una trampa, porque el punitivismo es más violencia y nunca hemos arreglado la violencia con más violencia. El feminismo nunca ha sido punitivista. Imponer una pena muy alta a un agresor aísla, individualiza el problema y, de paso, la aísla a ella también. Nos aísla a nosotras, nos quita el paraguas de lo colectivo". Y que la antigua ley sí deja a agresores en la calle porque ni si quiera pisan el juzgado. "Todo el mundo dice que la ley tiene un agujero, pero nadie ha sabido explicar claramente cuál es el agujero y hacer una propuesta para taparlo", reflexionaba la ministra de Igualdad. "Estamos dispuestas a aceptar las condiciones que el socio mayoritario de Gobierno necesita para salir unidas, para salir unidas a hacer frente como Gobierno, juntas, a esta ofensiva", zanjaba Irene Montero. Preocupación por las rebajas y excarcelaciones aunque, denuncia, "es inaudito que aún no tengamos los datos oficiales de cuántas sentencias se están revisando y cuántas no. Y de las que se anuncian como revisadas, cuántas son firmes y cuántas no". Y mientras no se cuentan los beneficios de los grandes empresarios o de los bancos, a los que el PP defiende, dicen, mientras suben las hipotecas como "capitalistas despiadados".