Desarticulada una banda que robaba a refugiados ucranianos en Alicante

Dinero en efectivo, numerosas joyas y hasta una colección de sellos valorada en medio millón de euros. Todos los objetos de valor con los que huyeron varias familias de refugiados ucranianos acabaron en manos de una organización criminal. La banda, que llegó a hacerse con un botín de más de 1.250.000 euros, controlaba a sus víctimas por varias ciudades de Alicante y Murcia. Les instalaban un localizador en los coches para seguir sus movimientos y asaltaban los domicilios sin apenas dejar rastro. De hecho se entrenaban para abrir las cerraduras y llegaron a cometer, al menos, siete robos. El grupo estaba formado por diez personas. Un matrimonio ruso y su hijo abastecían de vehículos al resto de integrantes de nacionalidad ucraniana que se encargaban de la vigilancia y los robos. Siete de los miembros ya han sido enviados a prisión para tranquilidad de las víctimas cuyas pertenencias vuelven a estar a salvo.