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Mujeres afganas en España lanzan un SOS por sus compañeras en Afganistán
Agencia Atlas
"Si los talibanes tienen el poder, no van a dejar a las mujeres respirar", asegura Khadija Amin, una periodista afgana refugiada en España. Es una de las mujeres reunidas en Madrid, como sus compañeras llegaron a España huyendo de los talibanes, que tomaron el poder en Afganistán en agosto de 2021, tras la salida abrupta de las tropas internacionales. Durante el encuentro comparten sentimientos, emociones, sus pérdidas, pero también problemas y posibles soluciones. Han decidido asociarse para apoyarse en el difícil camino de la integración en España. Es su primera apreciación, "es muy difícil encontrar trabajo si no aprendes el idioma" y no tienen suficientes clases de español, aseguran. Sin trabajo es imposible conseguir una vivienda, porque para lograr un contrato de alquiler "nos piden tres nónimas". Y cuando consiguen el trabajo se acaban las ayudas, así que pueden estar, al menos tres meses, "en la calle", como explica la Khadija Amin. Haseena Kabir, fiscal en su país, no ha conseguido aún un empleo y se lamenta de que el apoyo termine en dos años, al tiempo que reconoce que la situación en Afganistán es insostenible y muy peligrosa para ella, porque trabajaba en la Fiscalía anticorrupción.
En el grupo hay mujeres juristas, ingenieras, periodistas, deportistas de élite, activistas contra la corrupción; son mujeres únicas, unidas en el sufrimiento de haber tenido que dejar su país. Escuchamos sus historias, sus vidas perdidas y su afán por salir adelante. Sunita, una ingeniera afgana, trabaja en una empresa tecnológica en España, junto a su marido. Está contenta porque se ve integrada, con su marido y su hija de dos años. Pero es casi una excepción. El camino es largo y difícil y en el trayecto no se olvidan de su país. "Echo de menos todo lo que tenía allí, mi vida allí", asegura kabir. Khadija ha dejado a sus tres hijos atrás; su marido no quiere venir a España y tampoco quiere que lo hagan los niños. "Las mujeres afganas no tenemos derecho sobre los hijos", se lamenta Khadija con una serenidad envidiable. Con la misma que afirma rotunda "si los talibanes tienen el poder, no van a dejar a las mujeres respirar". Sunita suma argumentos al calvario que sufren sus compatriotas, veinte millones de mujeres y niñas afganas. "Para los talibanes la mujer no existe". Son conscientes de que han perdido todos los derechos, logrados en dos décadas de lucha diaria. Khadija explica cómo tuvo que enfrentarse a toda su familia para ser periodista y ejercer su profesión. Lo hizo hasta el final, incluso tras la llegada de los talibanes a Kabul, informando en medios internacionales. Hasta que la situación se hizo demasiado peligrosa y salió del país, primero ayudada por una periodista chilena y, después, por la diplomacia española. "Los militares españolas me ayudaron a entrar en el aeropuerto", rememora.
No olvidan a sus compatriotas y recuerdan también que hay miles de afganos que están en Irán y Pakistán esperando a poder salir; con el miedo diario ante la posibilidad real de ser deportados a Afganistán. Así que le piden a la comunidad internacional que no se olviden de ellos, ni de los refugiados, ni de los que se han tenido que quedar en Afganistán. No pierden la esperanza de derrotar a los talibanes, porque en sus dos décadas de lucha, el germen de la libertad ha prendido en Afganistán.
El Gobierno español ha evacuado a alrededor de 4.000 afganos, en España hay ahora unos 2.500; pero algunos optan por seguir camino hacia Alemania, porque tienen familia o bien porque su sistema de acogida es, opinan, mejor que el español.
-Redacción-