¿Qué pasa si no recoges la caca de tus perros?

Ningún tutor de perro afirma no recoger la caca de sus amigos peludos, pero las calles siguen teniendo cacas sin recoger. Como sucede en otros ámbitos cívicos, todos nos consideramos escrupulosos en el respeto de las normas, pero las normas siguen sin cumplirse: solo hace falta echar un vistazo a las calles para comprobarlo.  

Para que nuestras calles estén cada vez más limpias (y sanas), todos tenemos una responsabilidad que asumir. En el caso de los tutores de perros, “impedir que realicen deyecciones en espacios públicos y proceder de manera inmediata a retirarlas si ocurriera”, tal y como dice la normativa. Y si no la cumplimos, nos pueden multar. 

¿Sale gratis no recoger la caca de perro? 

Cartel sobre perros
Cartel en inglés que invita a recoger los desperdicios de los perros – Fuente: Unsplash

Veamos el vaso medio lleno. A poco que echemos la vista atrás, nos será fácil recordar, allá por los años 90, cuando recoger la caca de un perro era solo para unos pulcros elegidos. A buen seguro que por aquel entonces ya existían las multas por no recoger deposiciones caninas, pero, como ahora, apenas se sancionaba. 

Pero, entonces, ¿qué es lo que ha cambiado en tres décadas para que las calles, en líneas generales, tengan muchas menos cacas de perro, si tenemos en cuenta, además, que ahora hay muchísimos más perros que antes? La concienciación ciudadana

Un porcentaje altísimo de tutores de perros recoge sin ningún problema las deposiciones de sus amigos peludos. Nos hemos acostumbrado a hacerlo porque lo consideramos nuestro deber, no tanto por el temor a una multa que rara vez llega, tal y como señala este estudio de Pipper on Tour. 

Recogiendo la deposición de un perro
Recogiendo la deposición de un perro en Nueva York – Fuente: Unsplash

Analizando datos oficiales ofrecidos por los ayuntamientos en 2019, la media de multas al mes por abandono de excrementos de perro en la calle fue de dos multas al mes. La mayoría de las capitales (31) no pusieron más de 10 sanciones en todo el año mientras que en algunas ciudades no se registraron ni una sola denuncia: Jaén, Tarragona, Teruel o Zamora, entre otras. 

En Madrid, por su parte, se avisa de que el no proceder de forma inmediata a retirar las deyecciones puede suponer una infracción leve castigada con multas que van de 300 a 3.000 euros. Pero en 2019, según Pipper on Tour, tan solo se pusieron 46 multas. Suponemos que en 2019 tuvimos algo más de una cincuentena de cacas sin recoger en la ciudad.  

Así pues, las multas no constituyen, en líneas generales, una fórmula disuasoria para evitar el abandono de las deposiciones de las cacas. Además de la evidente concienciación ciudadana, está algo tan viejo y efectivo como el qué dirán: nadie se arriesga hoy en día a dejar una caca sin recoger (al menos a “plena luz del día”) porque sería automáticamente increpado, y con razón, ¿no?

Análisis de ADN para identificar cacas de perro 

Perro
Un perro – Fuente: Pexels

Aún con todo, las cacas siguen presentes en las calles, en los jardines y en los parques. Así que algunos ayuntamientos han puesto en marcha otras medidas un poco más disuasorias que las multas que son poco comunes. Es el caso de Málaga y su proyecto sobre el ADN canino. 

Este proyecto conocido de forma elocuente como “mapa de heces” parte de una iniciativa del Ayuntamiento en colaboración con el Colegio Oficial de Veterinarios de Málaga para crear un censo canino obligatorio basado en perfiles genéticos de ADN

Estos perfiles permiten saber la procedencia de los excrementos en la vía pública, evitando además los casos de perros abandonados con el microchip quitado o de camadas de perros sin identificar. Así mismo, la firma responsable de la tecnología asociada a esta iniciativa afirma que su mapa de heces puede apreciar de una forma muy visible cuáles son las zonas del municipio más afectadas por la suciedad derivada de las heces, «sacando partido de la geolocalización de las heces». 

Con la aplicación de esta tecnología no es de extrañar que Málaga sea la capital provincial con más sanciones (262) seguida por Huelva que llegó a activar patrullas puntuales de policías de paisano. Pero Málaga no es la única ciudad que ha implantado la identificación de heces por ADN: ya son más de 30 en España, incluyendo 17 en la provincia de València y 15 en la de Barcelona.  

¿Por qué recoger las cacas es algo más que una cuestión de limpieza?

Perro
Un perro – Fuente: Unsplash

Cuando no recoges la caca de tu perro en un espacio público, ya sea en la calle, en un parque o en un descampado, comienza un proceso de descomposición de las heces y de mezcla con otros componentes de la vía pública, como el propio agua.

Al margen de que podamos pisar una caca o un niño pueda accidentalmente tocarla cuando se halla en un parque, el problema de las heces caninas abandonadas está vinculado a los parásitos que presentan las mismas y que pueden contagiar enfermedades a otros perros y a humanos.

Es el caso de la toxocariosis producida por el Toxocara canis transmitida por la materia fecal de los perros y su fase larvaria se encuentra en las heces: «Esa fase tiene que incubarse en el ambiente, entonces, al dejar el excremento expuesto a las condiciones de oxígeno, humedad y tierra, provoca que la fase infectante de un parásito pueda ser ingerida por el humano», señala en este artículo la experta en parasitología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México Yazmín Alcalá Canto.

La ancylostomosis es otra enfermedad provocada por un parasito que crece en suelos arenosos, como las propias playas y que puede ser adquirido por vía cutánea, según señala Alcalá.

Pese a su capacidad fertilizante, como también se ha estudiado, se recomienda igualmente «comunicar a los paseadores de perros la necesidad para eliminar al menos los desechos fecales sólidos caninos». Así que tampoco se recomienda «hacer compostaje con las heces de perros o gatos» porque supone un gran riesgo para la salud, procesando las cacas de una forma más segura.

¿Y qué hacemos con la orina de los perros? 

Perro orinando
Perro orinando – Fuente: Pexels

Ahora toca ver el vaso medio vacío. Porque nos gusta pensar que, dentro de unas décadas —esperemos que lo antes posible—, el ser humano se llevará las manos a la cabeza recordando aquel tiempo en el que las calles de las ciudades estaban marcadas por todas partes con orina de perro. 

¿Cómo podían vivir así?, se preguntarán, sin ninguna duda, en el futuro nuestros descendientes, a buen seguro, amantes como nosotros de los animales. ¿Cómo podían perjudicar así la imagen de los animales de compañía, obstaculizando su integración en los espacios públicos y su aceptación por el conjunto de la sociedad? 

Porque es un hecho que, actualmente, existe una creciente polarización de la postura ante el papel de los animales de compañía en espacios públicos y la habilitación de espacio pet-friendly. Y en ella tiene mucho que ver la falta de civismo de (algunos) tutores y la inacción de las autoridades. Porque mirar hacia otro lado cuando nuestro perro orina en un espacio público, ensucia también la imagen de los perros. Y eso perjudica su integración en los espacios públicos y la convivencia con los humanos. 

Y no, no se consideran eximentes los chicles, ni las bolsas de plástico, ni las colillas, ni las orinas de los humanos. Que todo eso también ensucia y mucho las calles. Sin ninguna duda. Pero empecemos por asumir nuestras propias responsabilidades antes de entonar el soporífero “y tú más” que siempre es la constatación inequívoca de que admitimos nuestro error… pero escudándonos en que hay otros errores “más graves” que hay que solucionar.  

Por suerte, aunque a un ritmo mucho más lento que con las cacas, los pises de los perros también están en la agenda de muchos ayuntamientos, como recopila este artículo de Sr. Perro donde se especifica todos los lugares donde es obligatorio echar agua sobre la orina de nuestros perros y donde es tan solo recomendable.

Las multas por no rociar con agua y/o vinagre la orina de los perros van de los 750 euros de Almería a los 450 de Jaén o a los 1.500 de Las Palmas de Gran Canaria. Así que ha llegado el momento de pasar a la acción, también con la orina de nuestros perros. Nos multen o no nos multen.



2 Comments

  1. 1) Es imposible evitar que los perros meen. Está en su adn marcar territorio. Es dudoso que echar un poco de agua sea la solución. Eso sin contar que nadie se cree que la gente vaya a reformar su comportamiento.

    2) La caca, aunque recogida, deja una mancha que también es antihigiénica. ¿Alguien se imagina a un dueñ@ de perro frotando con jabón? Imagínate a tu hij@ cayendo de cara en los restos de una caca «retirada»

    3) Hay tantos otros temas que molestan de los perros que la lista es inacabable: ocupan mucho espacio en la acera por culpa de la correa, ladran sin ton ni son (los dueños son incapaces de controlar esto), te lamen la pierna o lo que pillen (después de haberse lamido el ojete), etc. Todo son derechos para los perros, y ninguna obligación, y la gente cada estamos más cansados y con menos paciencia con esta plaga moderna.

    4) ¿Reconoceremos finalmente que el aumento de número de perros está relacionado con nuestro aislamiento social creciente y con el aumento de problemas mentales?

  2. Pues sí, el civismo de los dueños de un perro supera al de los ciudadanos en sus noches de mambo y potas. Y también ante el creciente avance de la intolerancia hacia otros animales silvestres que viven, que «sobreVIVEN» en la ciudad… compostando los desechos humanos.
    Hay una clara corriente que empuja con argumentos viperinos a la intolerancia con estos ya habituados al hombre en esta época más civilizada.
    Por ej.- No tiemblan al sembrar la imagen de peligrosa… ¡A la paloma!! Cuando no existe en este pais ni un solo caso de zoonosis por este animal en años. El Jabalí, Corzo, Zorro. etc.
    Que con su presencia sugieren un entorno biologicamente rico….
    Podríamos asustarnos a su paso, poco más…ni sombra del pavor con que huyen de nosotros. Por supuesto hay muchos mas humanos heridos y/o muertos por la caza y mucha más autoridad municipal, provincial, autonómica estatal…normalizando el exterminio de los asilvestrados…
    Hay que ser perverso que con falaces razónes, higiénicas, sanitarias, de superpoblación, etc. Se intenta embaucar la opinión pública cuando es por interés de los de siempre.

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