En un lujoso hotel de Saint Moritz, en Suiza, el grupo de poderosos del mundo conocido como club Bilderberg debatió hasta ayer sobre el estado de la democracia en Europa, la lucha de los gobiernos contra el déficit o la crisis del euro, asunto este último que centrará las discusiones de la Unión Europea en lo que queda de mes.

La reunión, como todos los años, pretendía ser un cónclave secreto consistente en un sinfín de conferencias y mesas redondas, pero la filtración de la lista de participantes obligó a los organizadores a cumplir con un mínimo de transparencia.

Bernardino León, Dolores de Cospedal y César Alierta, en la cita

Entre los asistentes se encontraban la reina Sofía, la número dos del Partido Popular, María Dolores de Cospedal y Bernardino León, secretario general de la Presidencia del Gobierno y uno de los hombres más cercanos a José Luis Rodríguez Zapatero. La presencia de empresarios se completó con Juan María Nin, director general de La Caixa, aunque otras fuentes citan a César Alierta, presidente de Telefónica, y a José Manuel Entrecanales, de Acciona, como integrantes de la selección de líderes de este año.

Al igual que ocurrió el año pasado, cuando el club se dio cita en Sitges (Barcelona), la reunión se vio salpicada de protestas. El eurodiputado italiano Mario Borghezio, de la Liga Norte, trató de entrar al recinto esgrimiendo su condición de parlamentario, pero fue expulsado de malas maneras, según denunció después.

Gran presencia de banqueros en un mes crucial para el rescate de Grecia

Poco se sabe del contenido de unas reuniones, que para algunos son el caldo de cultivo para grandes decisiones y para otros sólo un foro de apellidos famosos. El programa hecho público por los organizadores, calculadamente ambiguo, incluye asuntos como "Los retos del crecimiento", la "Innovación y la disciplina presupuestaria" o "El euro y los retos de la UE".

Sin embargo, muchos de los que tienen que ver en la resolución de la crisis del euro estuvieron en el cónclave, incluyendo a los máximos banqueros de Europa, que exigen a los Gobiernos un nuevo paquete de ayuda a Grecia que no dañe sus inversiones en deuda griega. El máximo exponente de esta corriente es JosefAckermann, jefe máximo del Deustche Bank. El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, o el ministro de Economía griego, Yorgos Papaconstantinou, asistieron también a la cita.