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Los independentistas superarían la mayoría absoluta el 21-D, aunque por un solo escaño

Como los sondeos efectuados hasta ahora se hicieron antes de las órdenes de detención de los miembros del Govern, no reflejan todavía el aumento de participación que se registrará en Catalunya al polarizarse aún más las posturas tras la durísima aplicación del 155. Pero esa afluencia a las urnas no cambiará la realidad social catalana, según la estimación de JM&A: las fuerzas independentistas volverán a obtener mayoría en el Parlament y superarán el 47% de los votos válidos.

El hemiciclo que se formaría en el Parlament de Catalunya tras el 21-D, según las estimaciones de JM&A, comparado con el anterior, disuelto por el Gobierno en virtud del Artículo 155 de la Constitución.

Muchos aplaudieron la inesperada decisión de Mariano Rajoy de convocar rápidamente elecciones autonómicas en Catalunya, tras dar el golpe autoritario del Artículo 155. Pero el analista electoral Jaime Miquel sostiene que "la jugada de Rajoy no tiene nada de maestra": las estimaciones de su gabinete demoscópico JM&A siguen adjudicando una mayoría absoluta en el Parlament de Catalunya –aunque sea por la mínima– a las fuerzas independentistas tras el 21-D.

Como se puede observar en el hemiciclo dibujado más arriba, aunque Esquerra Republicana (ERC) y el PDECat acudan a las urnas por separado –en vez de con su anterior coalición Junts pel Sí–, conservarán en total 61 escaños (sólo uno menos que en 2015) y superarán la mitad más uno gracias a los 8 que obtendrá la CUP, pese a perder dos parlamentarios y 80.000 votos (la mayor caída de apoyo de cualquier formación).

Esas son las estimaciones del último desk research (estudio ponderado de todos los sondeos disponibles) elaborado para Público por Jaime Miquel y Asociados, que también prevé un crecimiento de tres escaños del PSC, así como un trasvase al PP de uno de los escaños de Ciudadanos.

No obstante, hay que subrayar que el trabajo de campo de todas las encuestas examinadas es previo a las órdenes de prisión del cesado president Carles Puigdemont, de su vicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras, y de todos los consellers del Govern de la Generalitat; así como de la imputación –también por sedición y rebelión– de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y de los miembros de la Mesa de la Cámara.

Esas drásticas medidas judiciales polarizarán y movilizarán al máximo a la sociedad catalana, provocando sin duda una afluencia masiva a las urnas que superará en mucho la participación estimada según los datos disponibles en este momento, que se pueden ver en la siguiente tabla:

Tabla completa de las estimaciones de JM&A para las próximas elecciones autonómicas catalanas, comparadas con los resultados de las celebradas ne 2015.

Tabla completa de las estimaciones de JM&A para las próximas elecciones autonómicas catalanas, comparadas con los resultados de las celebradas ne 2015. %vv es el tanto por ciento de votos válidos y %c el del censo. Bajo la columna A17sA15 figuran los porcentajes relativos de votos estimados de cada formación en relación a los obtenidos en 2015..

Una gran participación no hará que cambie la situación

En la tabla se aprecia que "los Comunes" –antes, Catalunya Sí Que es Pot, y ahora la confluencia de Podem con la formación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau– suben un poco (medio punto) en su porcentaje de votos válidos, a pesar de que se quedan con el mismo número de escaños (11).

El motivo de que Miquel considere que estas estimaciones de escaños no variarán, manteniéndose una mayoría absoluta independentista –aunque justa– pese al gran aumento de afluencia a las urnas –muy por encima de esta previsión anterior a la aplicación del 155 más duro– que provocarán las medidas de fuerza contra la Generalitat y el Parlament, es el siguiente:

"En 2015 votó el 77,4% del censo, un total de 4.114.000 personas. En las elecciones del 21D esperamos un 80,4% de participación, que son 4.263.000 votantes; estos tres puntos más equivalen a 148.000 electores. Imaginemos que los partidos de ámbito estatal se llevan el 70% de estos votos, lo que significaría una mayor movilización de estos partidos que los de ámbito catalán. Esto serían 103.000 votos a repartir entre Ciudadanos, el PSC, el PP, y también los Comunes, pero esto no es suficiente para rebajar el número de escaños del lado independentista por debajo de los 68".

Ciudadanos será la segunda fuerza política pero no superará los 700.000 votos salvo si el PSC tiene un mal resultado

En cuanto a las fuerzas de la derecha, Miquel afirma: "Ciudadanos es la segunda fuerza política con toda claridad. Lo que no veo tan claro es que pueda superar el umbral de los 700.000 votos, porque buena parte de sus electores son partidarios de un referéndum pactado, por un lado, y el golpe de autoritarismo del PP ha sujetado mejor a sus dudosos, por otro. Sólo lo veo posible con un peor resultado del PSC".

Porque el PSC parece ir encaminado, según estas estimaciones, a un éxito relativo, subiendo más de punto y medio en votos válidos y ganando tres escaños más, hasta los 19. Sin embargo, la dureza de las medidas del 155 ha generado graves grietas en el seno de los socialistas catalanes, con las dimisiones de importantes dirigentes, y eso podría socavar las perspectivas reflejadas en esta primera oleada sobre el 21D del Observatorio Continuo de JM&A para Público.

El análisis de las estimaciones provincia por provincia también aporta conclusiones interesantes. En los siguientes gráficos interactivos se puede elegir partidos para comparar los resultados del 2015 con las estimaciones actuales de JM&A:

El PSC recupera posiciones en Barcelona

El PSC recupera posiciones en Barcelona, donde sube casi dos puntos con respecto a 2015, y cosecha en la capital la parte del león de sus escaños (14). Mientras que es aquí donde la CUP se desfonda, cediendo sendos escaños a ERC y a las filas socialistas, que también le arrebatan un parlamentario a Ciudadanos tras la durísima postura de Albert Rivera a favor de la intervención de la autonomía; algo que le puede dar réditos en el resto de España pero que es impopular en Catalunya.

Es en Tarragona donde el PP gana un escaño

En Tarragona, la mayor proporción de población residente procedente de Aragón y de otras comunidades españolas queda patente en que es aquí donde se produce la ganancia de un escaño por parte del PP, a costa de la derecha nacionalista (PDECat), que pierde fuelle entre los tarraconenses conservadores al haber abrazado una apuesta independentista que parece fallida. Las demás fuerzas mantienen sus puestos en el Parlament y CUP es la que más cae en votos.

Desencanto con JxSí y la CUP en Girona

En la provincia catalana más soberanista se aprecia también el desencanto de los votantes de JxSí y de la CUP tras la debacle de la declaración de independencia; electores que van a engrosar las filas abstencionistas o que se pasan al PSC, que sube 1,2 puntos y gana otro escaño al que tenía por esta circunscripción. Aun así, la CUP mantiene su parlamentario por Girona.

En Lleida se mantiene el reparto de escaños

La menos poblada de las provincias catalanas también experimenta una caída considerable de votantes de las dos formaciones soberanistas (JxSí y la CUP), pero en este caso la mayoría se inclina por la abstención y, por tanto, los trasvases de votos no son suficientes para modificar el reparto de escaños, en una circunscripción donde lo limitado del censo agrava la falta de proporcionalidad del sistema electoral español (Catalunya nunca aprobó una ley electoral propia).

En definitiva, Jaime Miquel estima que "las posiciones de diálogo se han quedado sin espacio, la campaña es de dos frentes y los Comunes no están en el 155, pero tampoco se pueden sumar al nacionalismo catalán".

Según el analista electoral, esta situación "se visualiza con el caso de Santi Vila [el conseller que dimitió antes de apoyar la declaración unilateral de independencia y pretendía capitanear un nuevo PDECat]: tenía una campaña hecha en posiciones moderadas sujetas a la norma de la Unión Europea, pero los autos de prisión destruyeron este espacio y su posible candidatura".

En cualquier caso, habrá que esperar a los próximos estudios demoscópicos –pulsando ya la opinión pública de los catalanes tras las detenciones y encarcelamientos– para poder valorar mejor las perspectivas del 21D.

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