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El niño de Bescansa: ¿'Postureo' o reivindicación?

La número tres de Podemos defiende su "gesto simbólico" de acudir al Congreso con su bebé de siete meses por "todas las mujeres que hoy no pueden conciliar vida familiar y personal con su vida laboral", pero los colectivos feministas lo consideran un error.

La diputada de Podemos Carolina Bescansa, con su bebé, en su escaño del Congreso donde este miércoles se celebra la constitución de las nuevas Cortes Generales./ EFE

MADRID.- La número tres de Podemos, Carolina Bescansa, ha acudido este miércoles al Congreso de los Diputados acompañada de su bebé de siete meses. Incluso ha subido con él en brazos a depositar su voto en la primera votación para elegir al presidente de la Cámara baja. Aunque no es la primera vez que una parlamentaria acude a una sesión plenaria con un bebé, la diputada del partido morado ha acaparado todos los flashes, tuits, memes y debates del día. 

"Es un gesto simbólico por la reivindicación de todas las mujeres que tienen que poder conciliar vida familiar y personal y vida laboral y hoy día no pueden, que son muchas en nuestro país, millones de mujeres que se enfrentas solas a múltiples obstáculos", ha explicado Podemos en un comunicado. Sin embargo, varias organizaciones feministas no han aprobado ese gesto. La Fundación Mujeres, por ejemplo, recuerda que la conciliación no es que las mujeres tengan que ir con sus hijos a todas partes. "No nos parece adecuada la actitud de la diputada Bescansa porque ella no representa la situación de la mayoría de mujeres. Ella es una excepción porque puede dejar a su hijo en la guardería del Congreso", explica a Público la presidenta del colectivo, Marisa Soleto. Desde 2006, la Cámara Baja dispone de servicio de guardería, del cual pueden disfrutar tanto los parlamentarios como el personal del Congreso.

En el mismo sentido se ha pronunciado la diputada socialista Carme Chacón, que ha dicho que el gesto de Bescansa "no hacía falta" y que está fuera de lugar porque "otras trabajadoras no pueden hacer lo mismo". 

La Red Feminista también ha criticado la actitud de Bescansa. En un tuit ha lamentado que se utilice la maternidad "como elemento de exhibición" y ha tachado de "postureo" su comportamiento. Un adjetivo que comparte Soleto y la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, que critica la actitud de la diputada porque perpetúa la imagen de que la obligación del cuidado de los hijos recae sólo en las mujeres. "Es un gesto poco afortunado porque traslada la idea de que las mujeres, antes que trabajadores o políticas, somos madres, cuando lo que hay que potenciar es la corresponsabilidad, es decir, hacer compatible el cuidado de los hijos tanto a las mujeres como a los hombres", cuenta Besteiro a Público

Bescansa, según el comunicado de Podemos, ha pretendido con este gesto "poner los cuidados en el centro, hablar de ellos cuando se hace política y no que sean un asunto privado que las mujeres tienen que resolver por su cuenta en la invisibilidad". La socióloga y ex directora del Instituto de la Mujer Marina Subirats comparte esa interpretación y defiende la actitud de la diputada porque la sociedad "es incapaz de dar su sitio a la reproducción humana". "Felicito a Carolina Bescansa, su gesto sirve para hacer visible que la maternidad no es un asunto privado de las mujeres, sino que debe ocupar espacio social", afirma a Público.

La diputada electa de Podemos Tania Sánchez también se ha puesto del lado de Bescansa —"Este es el modelo de Carolina y hay que apoyarla", ha dicho en Twitter— y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aunque ha retuiteado a una periodista que escribió en su timeline de la red social "No creo que el trabajo sea sitio para un niño. La conciliación pasa por estar más tiempo nosotros en sus espacios no ellos en los nuestros" lo ha borrado luego moderando su mensaje: "He hecho un RT polémico desconociendo el contexto. La conciliación es tiempo para los hijos, pero los bebés deberían ser bienvenidos también en el Congreso". 

A pesar del revuelo generado este miércoles, Bescansa no es la primera mujer que acude con su hijo a un Parlamento. En mayo de 2012, la senadora del PSC Yolanda Pineda asistió a un pleno de control al Gobierno de la Cámara Alta con su hijo de dos meses, gesto con el que quiso reclamar la implantación del voto telemático en el Senado, como ya había hecho antes el Congreso, para senadores enfermos o con baja maternal, como era su caso. 

En el Parlamento europeo, por ejemplo, las eurodiputadas Hanne Dahl y Licia Ronzulli también acudieron a su trabajo con sus bebés; y en julio pasado, la congresista argentina Victoria Donda Pérez dio el pecho a su hija Trilce durante un pleno.

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