Este artículo se publicó hace 17 años.
En 14 años se registraron 18 intentos de tráfico de plutonio y uranio
Desde 1993 a 2007 se registraron 18 intentos de tráfico ilegal de plutonio y uranio altamente enriquecido, materiales susceptibles de ser utilizados en una bomba atómica, informó hoy el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Estos datos se encuentran entre los recopilados por la agencia nuclear de la ONU en una base de datos sobre tráfico ilícito, que recoge más de 1.300 incidentes con material radiactivo de distinta consideración en los últimos 14 años.
De esos episodios, 390 se incluían en el capítulo de robo o pérdida de material nuclear y 303 bajo el epígrafe de posesión no autorizada de material atómico.
En la mayoría de los casos -el 66 por ciento- el material sustraído o perdido no pudo ser localizado, se lamenta el OIEA.
En esos "incidentes" se enumeran en su mayoría casos de actividades ilegales con material menos potente, aunque susceptible de ser utilizado para la dispersión de contaminación radiactiva en las denominadas "bombas sucias".
Este tipo de artefactos se crean a partir de elementos radiológicos o radiactivos de baja intensidad, utilizados generalmente en equipos médicos, y que se detonan con explosivos convencionales.
"En la mayoría de los casos se ha intentado vender el material (radiactivo). No hemos dado con los compradores, pero sí con quienes trataban de venderlo", explicó en una rueda de prensa Viacheslav Turkin, del OIEA.
"Este es uno de los aspectos preocupantes, la posible existencia de un mercado negro" de material nuclear, agregó.
"El tráfico ilícito de materiales nucleares sigue siendo motivo de preocupación a escala internacional, dadas sus posibles graves consecuencias para la vida y la salud humanas, la propiedad y el medio ambiente", advirtió el director general del OIEA, Mohamed El Baradei, en un informe dirigido a su Asamblea General.
El OIEA también destacó que existe un gran número de incidentes causados por la fundición de materiales radiológicos y la deposición en vertederos o lugares no autorizados, con el consiguiente riesgo para la salud y el medio ambiente.
En los casos más graves, los que afectan a plutonio y uranio altamente enriquecido, en un par de casos se intervinieron varios kilogramos, cantidades suficientes para ser empleadas en armas nucleares.
En el resto de los casos se trata de cantidades muy pequeñas, aunque el OIEA advierte de que puede ser sólo la punta del iceberg debido a la posibilidad de que fueran "muestras de una cantidad mayor", según indicó el organismo en un documento.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.