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Cuando el acosador es el policía

La organización Sistah Space pide formación obligatoria a la Policía que trata los casos de abuso doméstico que denuncian las mujeres de origen africano y caribeño mientras que otro ente, Refuge, clama por la seguridad de las mujeres resaltando las 16 asesinadas por policías o exagentes desde 2009 en Gran Bretaña.

Un oficial de la policía custodia la escena de un crimen en el distrito de Southend-on-Sea, en el sureste de Inglaterra el 15 de octubre de 2021.
Un oficial de la policía custodia la escena de un crimen en el distrito de Southend-on-Sea, en el sureste de Inglaterra el 15 de octubre de 2021. Tolga Akmen / AFP

Las muñecas de trapo que venden en la tienda Sistah Space, en el barrio de Dalston, norte de Londres, están hechas con mimo y dedicación, puntada a puntada, con amargura y con esperanza; la amargura de la víctima de abuso doméstico, desde el sexual al financiero, y la esperanza de quien ha sobrevivido al trauma psicológico y/o a la violencia física. Una de los miembros de la organización pespunta cuerpos para jugar y sobrehíla melenas. La tienda constituye uno de los ingresos económicos de la organización, fundada en 2015 tras el brutal asesinato de Valerie Forde y su hija de dos años. Valerie denunció el acoso y amenazas de su pareja, y padre de la niña, quien utilizó un machete, un martillo y un destornillador para acabar con la vida de quien había dejado de convivir con él. La denuncia de Valerie en comisaría quedó registrada como "asalto a la propiedad".

Ngozi Fulani: "No todas las pieles de color son igual de negras ni enseñan igual los hematomas y las heridas"

El caso de Valerie clavó una espina en otras mujeres de color y así surgió Sistah Space (espacio para mujeres o hermanas) que ahora reclama la aprobación de una ley conocida como Valerie's Law que obligaría a la Policía, agentes sociales y quienes trabajan en casos de abusos domésticos a atender cursos de formación para tratar con las víctimas de bagaje afro-caribeño. La formación consistiría en el conocimiento de los colores de la piel. "No todas las pieles de color son igual de negras ni enseñan igual los hematomas y las heridas", dice Ngozi Fulani, a la dirección de la Sistah Space. El aprendizaje del vocabulario específico de la comunidad afro-caribeña por parte de la Policía o la elaboración de cuestionarios adecuados para mujeres amenazadas son otras de las reivindicaciones de la ley Valerie. A la campaña han dado su apoyo la actriz y guionista Michaela Coel, de Podría destruirte, serie basada en la experiencia personal de una agresión sexual, y la cantante FKA Twigs, víctima de abusos domésticos. En opinión de Ngozi Fulani, "sin la formación que conlleva la ley Valerie, las mujeres de raza negra se juegan la vida porque los agentes que acuden a un incidente doméstico no siempre detectan los signos de abuso en el medio ambiente comunitario".

La organización de ayuda a las víctimas de abuso doméstico ha hecho su propia investigación en el campo de los maltratos a mujeres de origen afro-caribeño en reino Unido. El resultado es de escalofrío: el 86% de mujeres han sido víctimas de violencia doméstica, abuso sexual o tienen un miembro en la familia que lo ha sido; un 85% de denunciantes no se fían de sus interlocutores por la falta de conocimiento del medio afro-caribeño; un 57% denuncia con la convicción de que no sirve de mucho; un 1% cree que no hay discriminación racial en el trato institucional a mujeres. Sistah Space tienen clasificados seis ámbitos de abuso: doméstico (incluidas comunicaciones), sexual, discriminatorio, organizativo (incluido el laboral) y financiero-material.

El último año ha sido inquietante, puesto que el confinamiento ha generado un aumento del 400% del número de llamadas de mujeres que piden ayuda a la organización. El asesinato de Sarah Everard, a manos de un policía, y su gran repercusión mediática y movilizadora ha demostrado lo que Sisah Space viene diciendo desde su inicio: las mujeres de raza negra están discriminadas respecto a las blancas. Fulani aduce: "El nombre de Sarah Everard es conocido por todos y todos sentimos su desaparición porque las mujeres deberían ir por la calle sin correr peligro alguno, pero pronto vimos una respuesta diferente de los medios y especialmente de la Policía al trato que hacen cuando desaparece una mujer negra".

Varias siluetas dispuestas frente a la sede londinense de la New Scotland Yard en denuncia por los abusos y agresiones por parte de los agentes de policía hacia las mujeres.
Varias siluetas dispuestas frente a la sede londinense de la New Scotland Yard en denuncia por los abusos y agresiones por parte de los agentes de policía hacia las mujeres. Tolga Akmen / AFP

En contraste al eco mediático y social generado por la muerte de Sarah Everad, el asesinato de las hermanas Nicole Smallman y Bibaa Henry en el norte de Londres transcurrió con insensibilidad a pesar de que dos policías fueron destituidos por fotografiarse con los cadáveres, cuya madre criticó a la Policía por su comportamiento con ella al denunciar la desaparición de sus hijas. "Las preguntas que me hacía la Policía eran suposiciones estereotipadas basadas en la raza y la clase social en lugar de las circunstancias en torno a la desaparición", manifestó la madre a la BBC. Otros asesinatos en los que la raza de las víctimas pudo determinar la acción policial han sido el de la estudiante universitaria Joy Morgan en diciembre de 2018 o el hallazgo del cadáver de Blessing Olusegun, de 21 años. En ambos casos la investigación policial, según Sistha Space, se limitó al mínimo y el efecto mediático rozó la indiferencia.

"Las mujeres deberían ir por la calle sin correr peligro alguno"

La ministra de Interior, Priti Patel, se resiste a dar luz verde a la ley Valerie aduciendo que el contenido del texto está, básicamente, cubierto con otras leyes como la que está ahora en la Cámara de los Lores sobre Policía, Crimen, Sentencia y Juzgados. En el reciente congreso del Partido Conservador, la ministra, envalentonada, anunció: "Es mi prioridad combatir la violencia contra las mujeres". Para ello adjudicó 30 millones de euros destinados a proyectos comunitarios y ONG contra los maltratos a las mujeres. Desde los bancos de la oposición laborista, la diputada Jess Phillips calificó en su cuenta de Twitter, los anuncios del Gobierno como un "lavado de cara".

Al hilo del caso Sarah Everad y la sentencia a cadena perpetua al policía Wayne Couzens por el secuestro y asesinato de la joven, la organización Refuge, que cuenta con la actriz Olivia Colman de embajadora o la cómica Jo Brand, ha lanzado también su campaña bajo el lema #EnoughIsEnough enfatizando el asesinato de 16 mujeres a manos de policías o exagentes desde 2009. Las siluetas de cartón de 16 mujeres fueron colocadas ante la sede de Scotland Yard (Policía de Londres) hace tres semanas en el inicio de la campaña de protesta contra la violencia a las mujeres. La organización atiende a unas 7.000 mujeres. Las cifras de asesinatos estremecen: desde marzo 81 mujeres han muerto en Reino Unido en circunstancias en las que un hombre es sospechoso o culpable del asesinato.

Ruth Davison, directora de Refuge, recordó a la ministra de Interior el día del lanzamiento de la campaña que "si Priti Patel quisiera usar todo lo que tiene en su poder para detener esta epidemia de violencia contra mujeres y niñas, tiene una oportunidad que es la de la ley que está ahora en proceso de aprobación en el Parlamento". La ley sobre Policía, Crimen, Sentencia y Juzgados entró el miércoles 20 de octubre en la Cámara de los Lores. Para Sistah Space no responde a las necesidades de las mujeres afro-caribeñas; para Refuge no es suficiente para combatir el abuso a las mujeres; y para la ministra de Interior mejorará la vida de todas las británicas.

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