Aguirre exige a Zapatero que no se compare con Obama: "Es lo contrario"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha exigido al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que "no intente compararse" con Barack Obama, pues es "lo contrario" a él.

Mientras Obama encarna "el cambio" tras las dos legislaturas de George W. Bush, cuya gestión ha considerado la lideresa "un fracaso", Rodríguez Zapatero es "más de lo mismo" tras sus primeros cuatro años en el poder.

La presidenta madrileña ha insistido en que el voto el próximo 7 de junio, día de los comicios europeos, ha de ser "una moción de censura a la manera de gobernar" de Zapatero.

Evitar la euforia

Aguirre, para quien el PP no debe caer en la euforia por muy alentadores que sean los resultados de las encuestas, ha opinado que la política española atraviesa ahora "un momento de intensidad pocas veces visto" debido a la crisis económica y a la tasa de paro, que está ya por encima del 17%.

"La política española atraviesa un momento de intensidad pocas veces visto"

Y debido también a que el Gobierno "no hace más que tomar decisiones en la mala dirección, la de la demagogia y la deuda" pública.

En esta tesitura, la presidenta madrileña ha defendido la candidatura de Mayor Oreja, a quien ha definido como "uno de los políticos con más experiencia y que mejor conoce la política española desde la Transición, que ha lidiado con los asuntos más complicados y siempre ha salido airoso".

Reorientar la lucha contra ETA

A su juicio, gracias a la "titánica labor" de Mayor durante su etapa como presidente del PP en el País Vasco, los populares se han erigido ahora en "la llave" del cambio de Gobierno.

Asimismo, ha manifestado que "otro mérito suyo memorable" ha consistido en "reorientar definitivamente la lucha contra ETA a través de la ley, sólo la ley, pero toda la ley".

Aguirre se ha referido, en este contexto, a unas recientes declaraciones de Zapatero contra Mayor Oreja, supuestamente contra su gestión en la lucha antiterrorista, cuando fue ministro de Interior.

"Si no fuera un asunto tan grave, sería un chiste de mal gusto", ha concluido.