Alcaraz sospecha de una nueva negociación con ETA

El ex presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) Francisco José Alcaraz elogió hoy la inicitiva del consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, por la que pide a los ayuntamientos que impidan la exhibición de carteles y fotografías a favor de ETA en locales y establecimientos proetarras, ya que representa un "cambio de actitud" frente al diálogo con Batasuna y el entorno de la banda que Ares llevó a cabo en la oposición la pasada legislatura.

En declaraciones a Servimedia, Alcaraz, que en la pasada legisltura crítico duramente al ahora consejero de Interior por reunirse en 2006 con Batasuna, junto con Patxi López, se mostró en esta ocasión partidario de esta nueva iniciativa de Ares.

Según afirmó, este nuevo impulso de la lucha antiterrorista por parte del Gobierno vasco es "muy importante y positivo", y añadió que "todos los pasos que se den contra la banda terrorista son bienvenidos".

A pesar de la buena acogida que ha tenido la petición de Ares, advirtió de que "hay que mantenerse expectantes, ya que cualquier cambio puede propiciar de nuevo un giro en la política antiterrorista del Gobierno" de Zapatero, dado que la pasada legislatura intentó negociar con ETA el final de la violencia.

Alcaraz mostró así sus sospechas ante este "cambio de actitud" de Ares, puesto que, según dijo, "un dirigente político que estuvo en contra de la negociación antes del último proceso de paz, que después se puso a favor de la negociación y que ahora vuelve a estar en contra, genera desconfianza".

No obstante, tras las últimas detenciones, los descubrimientos de zulos y la prohibición de actividades proetarras, Alcaraz se preguntó "por qué el Gobierno no manda un mensaje de contundencia contra ETA que sea equitativamente tan fuerte como el que están enviando los etarras con los últimos asesinatos".

Por último, el ex presidente de la AVT quiso recordar y expresar su descontento porque el ex dirigente de ETA Josu Ternera "goce aún de impunidad" y porque no exista todavía una revocación a la resolución del Congreso de 2005 por la que se autorizó al Gobierno a negociar con ETA. A su juicio, son elementos que "todavía nos dejan albergar cualquier tipo de sospecha por parte del Gobierno".