Este artículo se publicó hace 16 años.
La alta participación y las denuncias de irregularidades marcan los comicios
La participación masiva y las sospechas de fraude marcaron las polémicas elecciones presidenciales del viernes en Irán, en las que según los primeros datos del ministerio de Interior se perfila como ganador el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad.
En medio de una guerra psicológica de cifras entre los seguidores del mandatario y el principal aspirante, el independentista Mir Husein Musavi -que se autoproclamó vencedor- el director del centro nacional electoral, Kamran Danashyu aseguró que escrutado el 47,3 por ciento, Ahmadineyad marcha a la cabeza con un amplio margen.
Según sus primeros datos, al filo de las dos de la mañana hora local del sábado (21.30 GMT), el líder ultraconservador había conseguido el 67,7 por ciento de los votos, cifra que de confirmarse haría innecesaria una segunda vuelta.
En segundo lugar, con un 34 por ciento de las 21.631 urnas escrutadas avanza el propio Musavi, quien desde la jornada de reflexión no ha cejado de insistir en la necesidad de que los comicios sean limpios.
Nada más cerrarse la urnas Musaví se proclamó vencedor con el 65 por ciento de los votos, y según sus informaciones se habrían cometido decenas de irregularidades.
"La actitud de este gobierno fue muy mala, porque no supo aceptar el comportamiento de la gente que quería un cambio. Estoy seguro de que la persona que finalmente ganó estas elecciones fui yo. Lo hice con gran diferencia de votos sobre el segundo candidato", afirmó.
Pero poco después, la agencia oficial de noticias IRNA afirmaba que Ahmadineyad había ganado con el 60 por ciento de los votos.
Hasta el momento, las fuentes de información en el interior de Irán son principalmente los medios estatales, ya que los diarios digitales cercanos a los candidatos reformistas han quedado bloqueados.
El ex primer ministro también denunció que numerosos votantes no pudieron ejercer su derecho a voto porque los colegios cerraron demasiado pronto.
"Hay mucha gente que se ha quedado en la calle sin poder votar, Sabemos de centros electorales que pese a la ampliación del horario, fueron cerrados", afirmó.
También indicó que se habían imprimido más papeletas de las necesarias pero que aún así en muchos colegios de las grandes ciudades los votante no habrían podido ejercer el derecho a sufragio por carecer de las mismas.
Una de las interventoras de Musavi en el sur de Teherán reveló a Efe que algunos colegas no pudieron realizar su trabajo y que en ocasiones las personas en las mesas "olvidaban sellar los papeles a quienes ya habían votado".
Las denuncias de fraude fueron negadas por el director general de la circunscripción electoral de Teherán, Safar Ali Baratlou, quien aseguró que eran "inventadas".
Además, desde el poderoso Consejo de Guardianes, órgano que debe validar los resultados, se advirtió de que no se tomaran en cuenta los "sondeos extranjeros".
Las cifras oficiales contrastan con el ambiente que se vivió durante la jornada electoral en las calles, con una masiva afluencia de votantes partidarios de Musaví en Teherán y en las grandes ciudades.
Según las primeras apreciaciones del Ministerio de Interior, el índice de participación había superado el 75 por ciento del electorado, cifra récord en Irán.
Desde primera hora de la mañana, familias enteras se acercaron a los más de 49.000 colegios electorales repartidos por toda el país en una jornada de reivindicación y fiesta únicamente ensombrecida por algunos actos vandálicos.
En la calle, las largas colas de votantes tenían un mismo color, que dependió del lugar de la capital.
En el norte, la zona más rica de la ciudad, primó el verde esperanza de los seguidores del ex primer ministro, Mir Husein Musavi, principal rival del presidente.
En el sur, donde se concentran la mayoría de los barrios más desfavorecidos, dominaba el tricolor verde, blanco y rojo adoptado por el mandatario ultraconservador.
Sin embargo, y al contrario de 2005 cuando Ahmadineyad arrasó en segunda vuelta, era posible ver muchos partidarios de Musavi y de los otros dos candidatos, el clérigo reformista Mehdi Karrubi y el conservador Mohsen Rezaei.
Según el ministerio, los resultados finales se conocerán 24 horas después del cierre de los colegios.
En caso de que ninguno de los cuatro candidatos consiga más del 50 por ciento de los votos emitidos y considerados válidos, deberá celebrarse una segunda vuelta, ya prevista para el próximo viernes.
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