Este artículo se publicó hace 13 años.
El amargo futuro de la BBC
La cadena británica afronta un plan de austeridad con 2.000 despidos hasta 2017
El 2 de noviembre de 1936, la BBC comenzaba las emisiones en televisión. 75 años después, la cadena británica afronta su aniversario más amargo, con la sombra de al menos 2.000 despidos de aquí a 2017. La crisis ha hecho mella en el ente, que se ha impuesto una hoja de ruta en la que habrá de reducir su presupuesto un 25% (unos 670 millones de libras, 784 millones de euros) durante los próximos cinco años. Se trata de la mayor transformación en su historia, que no sólo modificará cómo trabaja sino dónde, porque parte de los ahorros planeados será consecuencia de mudarse a emplazamientos más baratos. Así, BBC Three se trasladará en 2016 a Salford (cerca de Manchester), llevándose consigo a mil empleados de Londres.
La cadena pública depende de las licencias de televisión que pagan los británicos y cuya congelación en 170 euros anuales hasta 2017 se pactó en 2010 con el Gobierno. Una medida que aseguraba ingresos durante al menos otros siete años, pero que hacía perder músculo financiero a la cadena. Así surgió la estrategia Entregando calidad primero, impulsada por Caroline Thomson, máxima responsable de la BBC. La consejera asegura que los recortes de personal del 20% en los próximos 18 meses "son difíciles, pero lamentablemente son absolutamente necesarios y oportunos".
El canal de noticias BBC News excluirá los contenidos de cultura y ciencia
Thomson espera reinvertir los ahorros obtenidos en generación de contenidos y en nuevas tecnologías. "Invertimos cerca de 2.925 millones de euros en crear contenido para televisión, radio e internet, lo que supone casi el 80% de los ingresos por las licencias de televisión", asegura la directiva. El objetivo para la nueva etapa es destinar el 90% de esos ingresos, quitándolo de otras partidas.
A pesar de que no se prevé el cierre de ningún canal, sí habrá notables cambios de programación. El canal de noticias BBC News, con cerca de 650 despidos planeados, se centrará fundamentalmente en los temas de actualidad, excluyendo la cultura y la ciencia y repitiendo la información nacional en las horas de menor audiencia. Asimismo, se reducirán los programas de tertulias de BBC Two y los canales digitales BBC Three y Four nutrirán de contenido a la BBC One y Two, respectivamente. Además, el presupuesto de deportes se recortará un 15%; de hecho, entre las primeras medidas se encuentra compartir con el canal BSkyB la retransmisión de la Fórmula 1 en 2012, lo que traerá más ahorros que el cierre de alguno de los canales más pequeños, según los responsables de la cadena.
En radio, se promoverá aún más el contenido compartido, disminuirá la programación original en las principales emisoras, y en las regiones de Inglaterra donde llegue la FM, se reducirán las emisiones en onda media. Medidas que, incluso, han sido objeto de debate entre los parlamentarios con el antiguo presentador de televisión y ahora diputado laborista, Austin Mitchell, asegurando que las radios locales sufrirán el despido de al menos 280 personas.
El presupuesto destinado a los deportes se reducirá un 15%
En lo que respecta a la financiación de BBC World Service que tiene una audiencia de 241 millones en todo el mundo en radio, televisión e internet ya no dependerá del Ministerio de Exteriores, sino de las licencias de televisión desde 2014. Además, cancelará sus servicios en cinco de sus 32 idiomas, lo que repercutirá en 650 despidos en tres años. Ni siquiera la ayuda que acaba de anunciar el Gobierno para la Fundación BBC World Service 105 millones de euros en cinco años podrá paliar los efectos de los ajustes.
Eficiencia cuestionadaMientras Thomson marca un camino dominado por el imperativo de "conseguir un 16% de ahorro a través de mejoras de eficiencia durante los próximos cuatro años", un reciente informe de la Oficina Nacional de Auditoría cuestiona la fórmula. La responsable de la Oficina, Amyas Morse, asegura que, si bien el plan de recortes está bien encaminado para conseguir sus objetivos, "la BBC no puede detallar si todos esos ahorros se traducen en mejoras de eficiencia".
Los sindicatos creen que los recortes repercutirán en la calidad de la cadena
Thomson se muestra convencida de lograr una "BBC del futuro más pequeña y más flexible", donde las nuevas tecnologías digitales permitirán transformar el modo de trabajo en cada área de producción, "reduciendo las duplicaciones y aprovechando las sinergias". Por su parte, los principales sindicatos ya han calificado el proyecto como "destruir la calidad primero" ironizando con el nombre de la estrategia y el Sindicato Nacional de Periodistas ya ha advertido de que la BBC "no volverá a ser la misma".
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