Ayuntamiento de Tarragona pedirá daños y perjuicios a dueños de casa hundida

El Ayuntamiento de Tarragona pedirá daños y perjuicios, si conviene por la vía judicial, a los dueños de la casa hundida esta madrugada en los números 9-11 de la calle Cavallers, datada en el siglo XVIII y con un interior del siglo XIV, ha dicho el alcalde, Josep Fèlix Ballesteros (PSC).

El derrumbe, producido a las 04.40 horas de esta madrugada, ha afectado a los números 9-11 y 13 de la calle Cavallers y la finca más afectada es la Casa Fuxás, una de las casas señoriales que concentra esta calle, la más antigua de Tarragona, catalogada y datada entre los siglos XVI y XVIII y con un interior del siglo XIV.

Ballesteros ha anunciado que reclamarán daños y perjuicios a los propietarios, si conviene por la vía judicial, porque "hay una dejadez de la propiedad", que ha derivado en el derrumbe de las casas 9-11 y la afectación de la 13 y el desalojo preventivo de doce vecinos de la finca de enfrente.

Se da la circunstancia de que, en el 2001, el ayuntamiento ya requirió a los propietarios -unos diez, todos de la misma familia- para que velaran por la seguridad del edificio y "ellos arreglaron la fachada", ha relatado Ballesteros.

El alcalde ha añadido que en el año 2000, el ayuntamiento ya tuvo que hacer una "actuación subsidiaria de consolidación de elementos estructurales. En el 2006, los vecinos denunciaron el mal estado del edificio y, entonces, los dueños tapiaron puertas y ventanas".

Da la casualidad de que "al único ocupante de la casa, un inquilino, lo enterraron ayer", ha dicho el alcalde, y que el resto de la finca está desocupada, ya que los bajos los utiliza un anticuario como almacén.

El inquilino, un hombre de 41 años descendiente de los Castellarnau, una de las familias señoriales que vivían en la calle Cavallers, "no comunicó nunca a los propietarios que la casa estuviera en mal estado", ha explicado la portavoz del gobierno, Begoña Floria (PSC), que esta mañana ha conversado telefónicamente con ellos.