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El Barça choca con Varas

Javi Varas detiene un penalti a Messi cometido sobre Andrés Iniesta. El Sevilla acaba con nueve

NOELIA ROMÁN

Por segundo partido consecutivo, el fútbol fue injusto con Messi. El argentino le ofreció, generoso, todo su fantástico repertorio y, a cambio, recibió una nueva noche de sequía. Claro que Varas, excelso, y la buena disposición defensiva del Sevilla, tuvieron mucho que ver en la frustración de Messi.

En un final de película, con Kanouté expulsado por golpear a Cesc, el meta andaluz concluyó la exhibición que había hecho durante todo el partido parando el primer penalti que le pitaban a La Pulga este curso.

Mientras el Sevilla arrancaba un punto del Camp Nou, el Barcelona le cedía el liderato al Madrid, eso sí, con un enorme partido. Pese a la velocidad del Sevilla en punta, Guardiola plantó de nuevo una defensa de tres, con Alves, Mascherano y Abidal, dio descanso a Pedro y mandó a Adriano a cubrir su puesto en el extremo. Iniesta actuó de media punta y Thiago en la medular, junto a Xavi y Keita. El técnico azulgrana llenó el medio campo para combatir lo que ya había previsto: que el Sevilla le cerraría los pasillos interiores, como efectivamente hizo. Abrirlos le costó al Barça casi media hora, el tiempo que Guardiola tardó en redibujar al Barça.

Porque, pese a la clara renuncia del Sevilla al balón y que el Barça monopolizó como acostumbra la posesión, andaluzas fueron las ocasiones más claras en el inicio del encuentro: una mala cesión de Abidal a Valdés, que a punto estuvo de aprovechar Navas, autor también de un chut que exigió la intervención del meta azulgrana a mano cambiada. Así que Guardiola recuperó la defensa de cuatro, mandó a Adriano al lateral izquierdo, a Messi al extremo derecho, a Iniesta al izquierdo y a Villa a actuar de 9. Vuelta a empezar para intentar romper la perfecta compostura defensiva de los de Marcelino: 40 minutos sin cometer una sola falta.

Cargando el juego por el exterior, el Barça aumentó su velocidad, abrió más el campo y multiplicó sus ocasiones. El Camp Nou lamentó que Villa enviara al cuerpo de Varas un excelente servicio de Iniesta, ayer de nuevo omnipresente. El manchego ya había probado al meta sevillista en el inicio, tras un gran centro de Adriano. Y Messi lo hizo de nuevo al filo del descanso, en una de esas jugadas con su sello.

Inteligente, el Barça siguió cocinando el partido a fuego lento. No le había dado otra opción el Sevilla, muy consciente de sus limitaciones, pero también de sus opciones. Hasta que el físico de sus jugadores no acompañó el pensamiento de Marcelino. El desgaste al que los había sometido el Barça en el primer acto fue brutal, una prueba maratoniana. Y casi nadie es capaz de aguantar dos consecutivas. Tampoco el Sevilla que, con la lengua fuera, capeó como pudo el vendaval azulgrana que le azotó en la reanudación.

Sólo Varas, excelente, y la diosa fortuna salvaguardaron los andaluces. Porque las diabluras de Messi e Iniesta se sucedieron en cascada: un chut del manchego, un cabezaco de La Pulga, un remate de Villa, una cabalgada de Alves por la línea de fondo... El Barça buscó el gol, pero no lo encontró.



Barcelona (0): Valdés; Alves, Mascherano, Abidal; Xavi (Busquets, m. 87), Keita (Pedro, m. 62), Iniesta, Thiago (Cesc, m. 72); Adriano, Messi y Villa.

Sevilla (0): Javi Varas; Cáceres, Fazio, Escudé, Navarro; Campaña (Rakitic, m. 70), Medel; Jesús Navas, Trochovowski (Coke, m. 62), Armenteros; y Del Moral (Kanouté, m. 66).

Árbitro: Iturralde. Expulsó a Kanouté (m. 90+4) por doble amarilla, la primera por protestar y mover el balón del punto de penalti y la segunda, por agredir a Cesc. Y a Fernando Navarro (m. 90+7), también por doble amarilla. Además, amonestó a Jesús Navas, Mascherano, Varas, Medel, Fazio, Escudé e Iniesta.

Camp Nou: 82.743 espectadores.

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