Desde este miércoles, 9 de agosto, se han implementado cambios en el Registro Civil para aquellos bebés que fallecieron antes de nacer pero que habían superado los seis meses de gestación. Deberán ser inscritos y podrán recibir un nombre en el archivo del Registro Civil, según lo publicado por el Boletín Oficial del Estado (BOE), aunque la inscripción no conlleva efectos legales. Esta medida, que se establece a través de la instrucción firmada por la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública el 31 de julio, se aplica a los fallecimientos acaecidos después del sexto mes de gestación y antes del nacimiento.

Una de las novedades de esta modificación es que los progenitores podrán otorgar un nombre a sus bebés fallecidos antes del nacimiento. Además, no solo podrán ser inscritos los bebés que no llegaron a nacer, sino que también podrán ser registradas las defunciones anteriores a la entrada en vigor de esta medida, siempre y cuando los progenitores hagan la solicitud dentro de los dos años posteriores a su publicación en el BOE.

Esta actualización también impacta en la forma en que se gestionan los registros. Una vez se reciba el certificado médico que acredite el fallecimiento después de los seis meses de gestación, se abrirá un expediente correspondiente en el libro físico o en su modalidad digital. El Registro Civil archivará y conservará las declaraciones de fallecimientos de bebés no nacidos, firmadas por uno o ambos progenitores y dos facultativos, incluyendo el nombre del nacido sin vida.

Para aquellos fallecimientos ocurridos antes del 9 de agosto, los padres pueden solicitar la inscripción en el Registro Civil, en su domicilio o donde esté archivado el fallecimiento, y se verificará la coincidencia de datos del bebé para su inscripción en el Archivo de nacidos sin vida tras los seis meses de gestación.