Este artículo se publicó hace 11 años.
De la brecha salarial a la brecha en la protección social
La discriminación en los sueldos conduce a la discriminación en las pensiones. La media que perciben los beneficiarios de prestaciones contributivas varía entre los 30,61 euros diarios que reciben los hombres a los 25,96 de las muj
La tasa de paro entre las mujeres (26,55%) supera la de los hombres (25,58%), la media estatal española (26,02%) y encabeza la de la Unión Europea. Además, de las 2.791.000 mujeres desempleadas a finales de 2012, sólo 1.260.600 -algo menos de la mitad- recibían algún tipo de prestación.
Por si eso fuera poco, este escenario circunstancial ha provocado que crezca aún más la desigualdad de oportunidades y la brecha salarial entre hombres y mujeres. Este abismo que separa los sueldos por razón de sexo se situó en el 22,55% en 2010, según los últimos datos de la Encuesta de Estructura Salarial. Eso quiere decir que ese año las mujeres sólo percibieron el 77,45% del salario de los hombres, como señala un informe elaborado por UGT. El sindicato ha calculado que una mujer tiene que trabajar 82 días más para percibir una retribución igual a un hombre por un trabajo de igual valor.
"La igualdad retributiva tiene que garantizarla la Inspección de Trabajo denunciando a las empresas que no la respeten. Aun así, también es necesario que se mantenga el compromiso entre los sindicatos y la patronal de seguir avanzando en la negociación colectiva para que un empleo tenga la misma valoración para los hombres que para las mujeres", señala Carmen Bravo, secretaria confederal de la Mujer de Comisiones Obreras (CCOO).
Además, a esta discriminación hay que añadir que ellas perciben la mayoría de los salarios más bajos del mercado. Un estudio de Comisiones Obreras revela que casi la mitad de las trabajadoras españolas (un 47%) cobra un sueldo que no llega a 15.000 euros brutos al año. En cambio, no hay ninguna ocupación laboral en la que el salario medio de los hombres esté por debajo de esta cantidad. El estudio refleja que un 20% de las mujeres trabaja en ocupaciones en las que la ganancia media se sitúa entre los 20.000 y los 29.999 euros, frente a un 29% de hombres que se encuentran en esta situación. Finalmente, sólo un 9% de las mujeres asalariadas desempeña trabajos en los que el salario medio supera los 30.000 euros. En el caso de los hombres, esta cifra casi se cuadruplica al alcanzar el 31%.
Sólo un 9% de las mujeres asalariadas desempeña trabajos en los que el sueldo medio supera los 30.000 eurosNi siquiera ellas obtienen retribuciones salariales acordes con sus niveles de formación. Según el documento de UGT, en España, "para alcanzar el sueldo de un hombre sin estudios, una mujer debe tener un grado de Formación Profesional o un diploma universitario". Otro indicador de esta desigualdad de oportunidades es que del conjunto de la población asalariada, el 15% de las mujeres gana menos del salario mínimo interprofesional (645,30 euros al mes). Un porcentaje que en el caso de los hombres se reduce al 6%.
Con todo y con eso, a pesar de la crisis, la actividad de las mujeres ha aumentado casi siete puntos entre 2005-2012. "En el pasado, cuando había crisis o escasez, a las mujeres se las mandaba a casa. Ahora eso ha cambiado, las mujeres están activas porque, a pesar de todas las dificultades, este cambio que emprendieron hace años no tiene marcha atrás", advierte la secretaria de Igualdad de UGT, Almudena Fontecha.
El peligro de la invisibilizaciónA pesar de ello, "la incidencia directa de la destrucción de empleo [el paro femenino ha crecido 13 puntos entre 2005 y 2012] y al aumento del trabajo precario", como señala Bravo, provoca menos salarios, menos derechos y más desigualdad. Una desigualdad que no termina en el trabajo, sino que aumenta con la edad y se traslada a las prestaciones por desempleo y a las pensiones, de manera que también se está generando una brecha en materia de protección social. Los ingresos que perciben las mujeres determinan el acceso a una pensión contributiva (580.600 en 2012) o asistencial (539.900) y la cuantía media diaria bruta que percibe la población beneficiaria de prestaciones del nivel contributivo varía entre los 30,61 euros diarios que reciben los hombres a los 25,96 euros que perciben las mujeres, un 15,2% menos", según UGT.
Otro factor que acaba influyendo en esta brecha en la prestación social es, como recuerda CCOO en su informe, que el 32% de las mujeres que trabaja en la Unión Europea lo hace a tiempo parcial, lo que supone un porcentaje cuatro veces superior al de los hombres (8%).
El futuro no es esperanzador. "Si los hombres que aún trabajan tienen peores salarios y crecen las pensiones asistenciales o derivadas de las mujeres, a medida que pase el tiempo tendremos pensiones de peor calidad", pronostica Fontecha, que además denuncia que la crisis está "invisibilizando a las mujeres". "La sociedad no es consciente de que el paro afecta más a las mujeres, que está teniendo un efecto devastador para ellas. El problema es que se considera paro estructural, se ve como un mal endémico", critica.
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