Bruselas propondrá eurobonos contra la especulación

Tras años considerando la posibilidad como "intelectualmente interesante" pero imposible en la práctica, para la Comisión Europea ha llegado el momento de acabar con el tabú. "Puedo confirmar que la Comisión presentará pronto opciones sobre los eurobonos", aseguró este miércoles José Manuel Durao Barroso, su presidente.

El presidente del Ejecutivo comunitario confirmó así las informaciones reveladas por este diario en sus ediciones de ayer, martes, y hoy, en la que se detallan los planes de los jefes de Gobierno de la zona euro para crear una Agencia de Deuda comunitaria. Las negociaciones pretenden lograr un acuerdo político en la cumbre que celebrarán en Bruselas el 17 y 18 de octubre y estudian los poderes y características de la nueva agencia, llamada a emitir obligaciones respaldadas por el conjunto de la eurozona limitando así el impacto de la especulación con deuda pública.

Barroso aseguró que algunas de esas opciones encajarán en el actual Tratado de Lisboa, le ley máxima de la Unión Europea, y otras requerirían una modificación, un proceso complejo que, dependiendo del alcance de la reforma, podría conllevar la celebración de un referéndum en algunos de los países miembros.

Pese a que la zona euro trabaja en la emisión de deuda conjunta, existen problemas a más corto plazo que deben ser solucionados sin dilación, recordó Barroso. "Los eurobonos no solucionarán los problemas más urgentes, no harán que Grecia deje de tener que cumplir con sus obligaciones ni harán que el resto de la eurozona deje de implementar reformas", aseguró.

Es la primera vez que la Comisión anuncia una propuesta de eurobonos de deuda pública. Hasta ahora, Bruselas coqueteaba con la idea sin ponerla realmente encima de la mesa por el rechazo que produce en Alemania. Fuentes diplomáticas aseguran que el nombre escogido finalmente podría evitar el término "eurobono", una palabra estigmatizada en Alemania tras años de tajantes descartes. Sin embargo, es la suavización de la postura de la canciller Angela Merkel y la sensación de que la zona euro se asoma de nuevo al abismo lo que ha dado un nuevo impulso a una idea que comenzó a estudiarse hace décadas en el ámbito académico.

De salir adelante, la propuesta podría venir acompañada de un salto cualitativo en la unión económica y fiscal de la zona euro, con una mayor transferencia de soberanía a Bruselas en asuntos presupuestarios, impositivos o de control de las cuentas públicas.