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Bush se despide de la ONU por la puerta de atrás

EFE

El presidente de EE.UU., George W. Bush, ha optado por despedirse de la ONU mañana en un tono extraordinariamente discreto, muy distinto del adoptado a principio de su mandato en sus comparecencias ante la Asamblea General.

Bush llegará esta noche a Nueva York para ofrecer una recepción a representantes de países participantes en la Asamblea General de la ONU y pronunciará mañana su discurso en ese foro.

Según el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, Bush hablará sobre "los desafíos actuales que encaran las organizaciones multilaterales como la ONU y cómo mejorar la capacidad de esas organizaciones para hacer frente a esos desafíos".

La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, indicó hoy que el presidente aludirá a la grave crisis financiera en EE.UU. y el resto del mundo.

"La economía, y el modo en que estamos tan entreverados con el resto de las economías mundiales (...) desde luego va a ser un tema", admitió la portavoz.

A diferencia de otros años, el presidente apenas tiene previstos contactos bilaterales con otros líderes.

Además de su reunión con el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, con quien hablará de asuntos como la reforma de la ONU, Georgia o Zimbabue, tan solo se verá en este formato con el nuevo presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, también mañana.

Con Zardari, Bush abordará las relaciones bilaterales, en momentos de tensión entre los dos países acerca de la lucha contra el movimiento talibán y militantes del la red terrorista Al Qaeda en la región del noreste de Pakistán fronteriza con Afganistán.

A principios de este mes, fuerzas estadounidenses entraron en ese área sin la autorización del Gobierno paquistaní.

"Queremos cooperar estrechamente con Pakistán. También tenemos que garantizar lo mejor que podamos que esas amenazas no se materializan desde esa región" fronteriza, explicó Hadley.

Después de su intervención ante la ONU, Bush participará en una reunión sobre seguridad alimentaria y hará una declaración junto a disidentes políticos, en lo que representa una afirmación de lo que ha sido uno de sus principios en política exterior, la defensa de la democracia como fuerza de estabilización en el mundo.

El mandatario estadounidense también aprovechará para reunirse, junto al presidente iraquí, Yalal Talabani, con representantes de la coalición en Irak.

Antes de marcharse de Nueva York, el miércoles, Bush se reunirá con representantes de países latinoamericanos para tratar sobre el Libre Comercio.

Lejos quedan los días en que, como sucedió en 2002, aprovechó el estrado de la Asamblea General para anunciar el inicio de un proceso de presión contra Irak y sus supuestas armas de destrucción masiva que acabaría dando en la invasión del país árabe en marzo de 2003.

O siquiera sus intercambios con el presidente venezolano, Hugo Chávez, al que evita cuidadosamente mencionar por su nombre, pero que en 2006 lo llamó "diablo" y aseguró que, luego la intervención de Bush en la Asamblea General, olía a "azufre".

El gobernante se despide del organismo multilateral en medio de una gran impopularidad en su país, donde su nivel de aceptación solo ronda el 30%, y en el exterior, donde ya todos los ojos están puestos en las elecciones del 4 de noviembre que decidirán si lo sucede el demócrata Barack Obama o el republicano John McCain.

Bush, que en otras ocasiones ha aprovechado su visita a las Naciones Unidas para mantener contactos cara a cara con líderes internacionales, ha reservado su actividad bilateral para su vuelta a Washington.

El jueves, tiene prevista una sesión maratoniana de encuentros de peso en la Casa Blanca con líderes de importancia estratégica para EE.UU.

Bush se verá ese día con el presidente libanés, Michel Suleiman, al que el jefe de Estado estadounidense expresará el apoyo de Washington a la integridad de su país y al Gobierno del primer ministro Fuad Siniora frente a lo que EE.UU. considera la injerencia de países cercanos, en especial Siria e Irán.

El presidente también dialogará con el mandatario de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, para analizar la situación del proceso de paz en Oriente Medio.

Bush se ha fijado como objetivo llegar a un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos antes de que finalice su mandato en enero, aunque cuando faltan cuatro meses apenas se han registrado avances.

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