Un centenar de haitianos recuerdan en un acto en Madrid a las víctimas y apelan al futuro

Un centenar de haitianos ha participado hoy en un sencillo e íntimo homenaje a las víctimas del terremoto ocurrido el pasado día 12 y han apelado a la solidaridad internacional y a la fortaleza de sus ciudadanos para superar esta crisis.

Entre los asistentes a la concentración, convocada por el Círculo Cultural de Amistad Hispano-Haitiano y desarrollada en la madrileña Plaza del Descubrimiento, estaba la embajadora haitiana en España, Yolette Azor Charles, quien ha agradecido la solidaridad que ha demostrado el pueblo español.

A la comunidad haitiana se han sumado numerosos ciudadanos españoles, entre ellos el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, a quien los organizadores del acto han invitado a ocupar un lugar destacado en el mismo.

El titular de Educación ha declinado sin embargo la invitación y les ha transmitido que su presencia era a título personal y su deseo de pasar desapercibido.

En declaraciones a Efe, el ministro ha expresado el deseo "como ciudadano" de transmitir su solidaridad al pueblo haitiano y ha subrayado la importancia, no de reconstruir, sino de "construir" un nuevo país.

Gabilondo ha insistido en la importancia de que el país no caiga en el olvido tras las primeras semanas después de la tragedia y en el interés que tendrá reforzar la solidaridad y la colaboración en el ámbito educativo y de reforzar la "cultura demográfica".

Durante el acto se han sucedido las ofrendas de flores, las intervenciones de representantes de la comunidad haitiana y la música de la artista Kati Dadá, quien ha interpretado canciones populares de luto y duelo de Haití, y un rito vudú en el que los vivos piden a niños que han fallecido que les ayuden a sobrellevar su vida en la tierra.

La embajadora ha agradecido por megafonía la presencia del ministro español y le ha asegurado que la educación debe ser "ahora más que nunca", el instrumento "más prometedor para ganar el futuro".

Yolette Azor Charles ha recordado a las víctimas y ha agradecido la solidaridad internacional, ha apostado por acometer la tarea de la reconstrucción "poco a poco" y por aplicar normas cada vez más exigentes para hacer frente a los devastadores efectos que en su país tienen fenómenos como el cambio climático.

El presidente del Círculo Cultural de Amistad Hispano-Haitiano, Ernesto Rousseau, ha incidido en la necesidad de que la tragedia no caiga en el olvido, y ha expresado su confianza en que las labores de reconstrucción sirvan para sacar al país del "ranking" que ocupa entre los países más pobres del mundo.

Se ha referido en ese sentido al esfuerzo que están haciendo Estados Unidos o España y se ha mostrado convencido de que entre todos construirán "un Haití nuevo".

En representación del citado Círculo, el haitiano Stanley Telus ha leído un manifiesto en el que esta comunidad lamenta que una "mano devastadora" surja cada vez que Haití vislumbra "un soplo de esperanza".

Ha recordado la esclavitud que ha sufrido este pueblo, la ocupación americana, las sucesivas dictaduras, la mala gestión de algunos gobiernos o los ciclones y ha subrayado que cuando el país empezaba a mirar al futuro con optimismo ha surgido "otra mano devastadora: el maldito 7,3" (en alusión a la escala que alcanzó el terremoto del pasado día 12).