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Cerrada ovación en el Teatro Real para el maestro Claudio Abbado

EFE

Una ovación de casi quince minutos ha puesto el broche de oro al estreno anoche en el Teatro Real de "Fidelio", un acontecimiento musical con un indiscutible protagonista: el director italiano Claudio Abbado, que por primera vez ha dirigido ópera en España.

Su delgada figura ha sido durante la función toda una presencia, visible en la sala desde el foso, donde ha dirigido a la Mahler Chamber Orquestra en esta coproducción del Real, el Festival Baden-Baden y los teatros italianos Regio Emilia, Comunale de Módena y Ferrara.

La enorme expectación que se había creado en torno a la llegada de Claudio Abbado -pocos meses después del debut en este mismo coliseo como director de escena de su hijo, Daniele Abbado- no ha decepcionado al público del Real, que desde un primer momento no ha escatimado en aplausos, convertidos en una larga ovación al terminar la representación y que, incluso, continuaba con las luces encendidas de la sala, ya en parte desalojada.

Entonces, el director italiano, que de manera unánime ha levantado a los espectadores de sus asientos, ha vuelto a salir al enorme escenario para recibir los últimos "¡bravos!" de la velada operística, que se repetirá el lunes, y a la que no han faltado la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, la presidenta de la Fundación Albéniz, Paloma O'Shea, y la cantante Teresa Berganza, entre otros.

Esta producción, además, tenía otro aliciente, ya que, con casi 75 años y tras superar una grave enfermedad, el maestro italiano ha escrutado por primera vez la partitura de "Fidelio", la única ópera que escribió Beethoven, escogiendo para ello, y después de varios avatares, a un director de escena que nada tenía que ver con el género, el cineasta alemán Chris Kraus.

El creador de filmes como "Cuatro minutos" asumió el riesgo y ha tenido, sin embargo, un recibimiento desigual entre el público por su propuesta escénica, que en algunos momentos parecía recordar a futuristas producciones cinematográficas en el ambiente oscuro de la mazmorra donde transcurre la acción.

Además, Chris Kraus ha teñido el final de un escepticismo puramente contemporáneo ante el optimismo que Beethoven derrochó en esta ópera, que convirtió en un canto al amor y al triunfo de la libertad frente a la tiranía.

Los papeles principales han recaído esta noche en Jonas Kaufmann, Anja Kampe, Giorgio Sujan Julia Kleiter y Albert Dohmen, todos ellos largamente aplaudidos, así como el coro, que, al igual que en todas las partituras de Beethoven, tiene una gran fuerza e importancia en esta pieza.

"Fidelio", que se estrenó en su versión definitiva en Viena en 1814, está basada en un hecho real acontecido en los años de terror que siguieron a la Revolución Francesa, aunque el compositor la ambientó en una prisión cercana a Sevilla.

La historia cuenta como Leonora se disfraza de hombre y adopta el nombre de Fidelio para poder acceder a la lúgubre mazmorra donde está encerrado su esposo, con quien forma una pareja representativa del amor conyugal y la lucha por los ideales.

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