Este artículo se publicó hace 17 años.
Comienza el diálogo en Kenia en una jornada con otros 16 muertos

El Gobierno y la oposición de Kenia iniciaron hoy una segunda ronda de negociaciones para tratar de poner fin a la crisis que azota al país en una jornada en la que murieron, al menos, 16 personas, entre ellas un diputado opositor.
El ex Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, logró reunir de nuevo al presidente keniano, Mwai Kibaki, y al jefe de filas del Movimiento Democrático Naranja (ODM), Raila Odinga, esta vez en la sede del ayuntamiento de Nairobi.
Annan, Kibaki y Odinga presidieron conjuntamente la ceremonia de apertura de las negociaciones entre el Ejecutivo y la oposición, que comenzarán mañana, miércoles, y con las que se pretende poner punto final a la crisis desatada desde el anuncio de los resultados de las elecciones generales del pasado 27 de diciembre, rechazadas por la oposición como "fraudulentas".
Annan fue el primero en hablar y apuntó a la clase política keniana como "responsable a la hora de encontrar soluciones rápidas".
El antiguo Secretario General de la ONU declaró que tanto el Gobierno como su contrapartida "deben acordar soluciones a corto plazo que detengan de inmediato la espiral de violencia que se extiende por el país, y planes a medio plazo para recuperar la normalidad institucional".
Odinga recogió el testigo afirmando que "nada justifica la muerte de inocentes".
El líder de la oposición puntualizó que el ODM está "negociando con el Partido de Unidad Nacional (PNU, liderado por Kibaki), y no con el Gobierno".
El ODM no reconoce la presidencia de Kibaki ni la legitimidad de su administración y denuncia desde hace un mes el amaño de los comicios por parte de los seguidores del Gobierno.
Odinga aseveró que "la policía no es capaz de establecer un mínimo de seguridad para que los ciudadanos del país pueden ejercer sus derechos fundamentales".
Por su parte Kibaki reiteró que su gobierno es "legítimo" y que había destinado un cheque de 700 millones de chelines (un millón de dólares), para "reconstruir los hogares de los desplazados que se amontonan en las comisarías de policía del oeste de Kenia".
Añadió que los kenianos "tienen que reforzar su espíritu pacífico y de concordia para recuperar la dignidad y estabilidad que ha disfrutado el país desde 1963", año de la independencia de Kenia.
Naciones Unidas estima que más de 250.000 personas han sido desplazadas, la mayoría de las cuáles no quieren regresar a las zonas que abandonaron hace tres semanas cuando estallaron los violentos incidentes.
Kibaki, Odinga y Annan concluyeron expresando su preocupación acerca de los perjuicios causados por los disturbios a la economía nacional.
Las arcas del Estado pierden 30 millones de dólares cada día en concepto de impuestos no percibidos y el sector turístico, principal fuente de ingresos del país, vive su peor momento desde hace 40 años.
El equipo negociador del Gobierno está compuesto por la ministra de Justicia, Martha Karua, su homólogo en Educación, Sam Ongeri, y Mutula Kilonzo, Secretario General del Movimiento Democrático Naranja de Kenia (ODM-K), cuyo líder, Musyoka Kalonzo, es el vicepresidente de Kibaki.
El ODM, por su parte, tiene como negociadores a los números dos y tres del partido, Musalia Mudavadi y William Ruto, y la diputada Sally Kosgey.
En la ceremonia de apertura de las negociaciones, la clase política keniana honró la memoria de Melitus Were, diputado del ODM asesinado en la madrugada del martes, por quien se observó un minuto de silencio.
Were fue tiroteado a la puerta de su casa por dos desconocidos pasada la medianoche. El diputado ingresó cadáver en un hospital de la capital con un disparo en el ojo y otro en el pecho.
La policía indicó que ignoraba las causas del asesinato, pero el ODM asegura que se trataba de un ajuste de cuentas político.
Were fue una de las 16 víctimas contabilizadas hasta el momento en una jornada marcada por otro estallido de violencia en la barriada de Kibera de la capital keniana y donde 7 personas murieron y otra decena ingresaron en el hospital central de Nairobi con heridas de diversa gravedad.
Por primera vez desde que estalló la crisis, los habitantes de Kibera dispararon contra periodistas -dos que trabajan para medios nacionales- para intentar robarles sus materiales. Ambos salieron ilesos del arrabal.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.