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EEUU denuncia a un banco británico por hacer negocios con Irán

El Standard Chartered se saltó la legislación de EEUU realizando transacciones secretas por 250.000 millones de euros

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El Standard Chartered Bank (SCB) se convirtió ayer en el tercer banco británico que choca de frente con la Justicia estadounidense este verano. El Departamento de Servicios Financieros (DSF) del estado de Nueva York acusa a la entidad  de haber ocultado durante siete años transacciones ilegales con entidades iraníes valoradas en más de 250.000 millones de dólares.

'Durante casi diez años, SCB conspiró con el Gobierno de Irán y ocultó a las autoridades reguladoras unas 60.000 transacciones secretas, que suponían al menos 250.000 millones de dólares, y que le reportaron unos beneficios de cientos de millones de dólares en comisiones', dijo el regulador financiero de Nueva York.

EEUU mantiene unos fuertes embargos a las operaciones financieras en las que Irán aparezca de por medio como medida de presión por su programa nuclear. Según dicho informe, el SCB, con estas transacciones, dejó al país en una posición de 'vulnerabilidad ante grupos terroristas, traficantes de armas, reyes de la droga o regímenes corruptos', reza el informe. Inmediatamente después dela publicación del documento, las acciones del SCB cayeron un 6% en bolsa.

Las acciones no se han recuperado este martes, que caen por encima de ese 6%, pese al desmentido publicado por la dirección del banco. 'Standard Chartered no cree que la orden emitida por el DSF describa un dibujo detallado de la situación [...] Queremos discutir la situación con el DSF y rebatir su postura', dijo la entidad, que se empeñó en asegurar que en total, todas las transacciones hechas con Irán, no superan los 14 millones de dólares.

El organismo regulador presentó como prueba e-mails, operaciones y comunicaciones entre 2001 y 2007. En 2006, uno de los máximos responsables del banco en EEUU advirtió a sus compañeros en La City que negociar con los iraníes 'podría tener unos efectos catastróficos en la reputación' del banco. Desde Londres no le tomaron muy en serio y le respondieron que 'Putos estadounideses. ¿Quiénes sois para decirnos a nosotros y al resto del mundo que no podemos hacer negocios con los iraníes?'

Junto a SCB, Barclays tuvo problemas con el regulador estadounidense a principios de mes y su presidente, Bob Diamons, se vio obligado a dimitir al descubrirse que la entidad participó en el escándalo de la manipulación de los tipos de interés interbancarios. El tercero en cuestión es el HSBC, del que la Policía sospecha que facilitó operaciones oscuras a traficantes de droga mexicanos para lavar dinero.

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