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La epilepsia refractaria sería autoinmune

Reuters

Por Anne Harding

Una gran cantidad de pacientescon convulsiones clínicamente incontrolables padecería epilepsiaautoinmune, según sugiere la revisión de una serie de casospublicada en Archives of Neurology.

De los 32 pacientes con epilepsia refractaria posiblementeautoinmune, 22 mejoraron con inmunoterapia, incluidos 18 que notuvieron más convulsiones.

"Estamos hablando de una enfermedad que se puede revertir",dijo el doctor Sean J. Pittock, de la Clínica Mayo, enRochester, Minnesota, y autor principal del estudio.

Aunque no se trata de un ensayo aleatorizado controlado, "esuna prueba muy convincente de clase 4", precisó el doctorGregory K. Bergey, de la Facultad de Medicina de la JohnsHopkins University, en Baltimore, y autor de un editorial sobreel estudio.

"El porcentaje que dejó de tener convulsiones fue mayor queel esperado con un nuevo fármaco o algo parecido", añadió.

Con estos resultados, Bergey consideró que los neurólogosdeberían tener en cuenta una probable etiología autoinmune enpacientes epilépticos que no responden a la terapia habitual.

Un tercio de los pacientes con epilepsia tienen convulsionesaunque el tratamiento sea el indicado, según comenta el equipode Pittock. Cada vez hay más pruebas de que algunos de esospacientes tendrían una enfermedad autoinmune.

En los 32 pacientes estudiados, el equipo sospechó de unaposible causa autoinmune debido a que el 91 por ciento portabaanticuerpos neurales; que el 31 por ciento tenía líquidocerebroespinal inflamatorio (CSF, por sus siglas en inglés) y el63 por ciento presentaba signos de inflamación en las imágenespor resonancia magnética.

El 81 por ciento no había respondido en ensayos con por lomenos dos antiepilépticos.

Cinco pacientes no recibieron inmunoterapia. Dos de ellos larechazaron; dos recibieron antiepilépticos que controlaron lossíntomas, y uno no tuvo más convulsiones después del tratamientode un carcinoma papilar de tiroides.

El resto de los pacientes recibió inmunoterapia IV conmetilprednisolona (12 pacientes), inmunoglobulina (3) ocombinaciones de esteroides, inmunoglobulina, ciclofosfamida yplasmaféresis (12). El seguimiento duró alrededor de 17 meses.

Cinco respondedores sufrieron recaídas durante elseguimiento; dos de ellos lograron controlar las convulsionescon dosis adicionales de inmunoterapia y antiepilépticos.

Quince pacientes con anticuerpos contra canales de potasiodependientes de voltaje respondieron a la inmunoterapia, comotambién lo hicieron tres de los cinco pacientes con anticuerposneurales contra la enzima descarboxilasa del ácido glutámico(GAD65).

"Cuando existe una sospecha clínica de epilepsia autoinmune,hay que evaluar el CSF y realizar una pesquisa integral de losanticuerpos neurales", escribe el equipo de Pittock.

"Ante la misma sospecha, se justifica un ensayo de entreseis y 12 semanas con inmunoterapia (IVMP o IVIg diaria durantetres días y, luego, semanalmente) ante la falta de otrasopciones terapéuticas. Una respuesta favorable también actuaríacomo prueba adicional de una etiología autoinmune", agrega.

Pittock aclaró que se desconoce cuánto debería durar eltratamiento inmunosupresor. El enfoque que adopta el equipo esun tratamiento inicial como Imuran (azatioprina), seguido de unintervalo cada vez mayor con la inmunoterapia pulsada paradeterminar si se pueden suspender los esteroides.

"El mensaje no debería ser que a todos los epilépticos hayque comenzar a tratarlos con esteroides. Queremos ser muycautelosos porque no podemos promover un escenario en el quetodos reciben fármacos que causan daño", dijo el experto.

Pittock consideró clave evaluar objetivamente a lospacientes antes y después del inicio de la inmunoterapia, enlugar de confiar en lo que el paciente manifiesta sobre eltratamiento.

FUENTE: Archives of Neurology, online 26 de marzo del 2012

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