Este artículo se publicó hace 11 años.
Un familiar de Ignacio González se salva de las jubilaciones forzosas de personal sanitario
¿Suerte, méritos o padrinos? Eso es lo que se preguntan algunos trabajadores sanitarios de Madrid al analizar la situación de sus compañeros de más de 65 años que no han sido obligados a jubilarse. Tras el Plan de Reordenación de Recursos Humanos impuesto por el consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, unos 700 médicos, enfermeros y personal no sanitario han sido despedidos para conseguir un ahorro de unos 40 millones de euros en 2013. Aunque también hay afortunados que han conseguido extender su estancia laboral en sus respectivos hospitales y centros de salud. Según estableció el Plan de medidas para la sostenibilidad del sistema sanitario, de todos los que hayan solicitado una prórroga, sólo un tercio ha logrado su objetivo.
Entre ellos está el nombre de Ricardo Liberal González, un neurocirujano de 68 años que lleva más de 30 trabajando en el hospital de La Princesa. Liberal es, según fuentes sindicales y otras cercanas al centro, familiar del presidente de la Comunidad, Ignacio González, un detalle que ha levantado cierto revuelo en su entorno laboral. Público ha intentando durante varios días, sin éxito, contactar con él para que ofrezca su versión de la historia. De nada han servido las llamadas a La Princesa, a su planta de Neurocirugía e incluso a la sala de descanso. Este diario, que ha acudido al centro en dos ocasiones, dejó sus datos de contacto y, según la operadora de la centralita de Neurocirugía, el doctor Liberal dijo que "no quiere conceder ningún tipo de entrevistas ni contestar a ninguna pregunta". Tampoco se ha obtenido respuesta de las llamadas al departamento de prensa de La Princesa. Fuentes del Gobierno regional tampoco han querido confirmar ni desmentir nada al respecto, a pesar de la insistencia de Público.
De entre sus compañeros, algunos consideran que se merece continuar y le demuestran su "aprecio y afecto", pero otros apuntan al "enchufismo" como una razón poderosa para su permanencia en el hospital. Alguna de las fuentes consultadas por este diario asegura que, mientras el presunto familiar del presidente sigue en su puesto, otros grandes expertos (y mayores) emigrarán a Nueva York para servir "allí donde les reclaman, les buscan y les necesitan y no aquí, donde se quieren deshacer de ellos".
Requisitos "arbitrarios"La Comunidad exige cumplir ciertos requisitos para renovar la plaza. El Plan de Ordenación de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud [ver pdf] establece la "necesidad de profesionales en el área funcional correspondiente" o el "interés de la organización sanitaria por razones asistenciales en la permanencia del solicitante" como criterios a valorar "para la prolongación de la permanencia en el servicio activo"."El grado de participación en proyectos de mejora de la eficiencia, en la elaboración de guías clínicas o planes estratégicos", "la relevancia de las técnicas sanitarias que realiza el solicitante" o la "dirección de proyectos en ejecución de interés estratégico para la organización asistencial y la evolución del Servicio Madrileño de Salud" son otros de los puntos a favor del solicitante de la prórroga.
"La jubilación debería ser un derecho, no una obligación", dicen fuentes sindicalesPara demostrarlo, el profesional debe presentar una memoria que recoja, justifique y acredite su trayectoria profesional. ¿Cómo? Según el texto de la normativa, "incluyendo el volumen de actividad realizada" el año anterior a la solicitud, eso es, indicando número de consultas, intervenciones quirúrgicas e informes de alta hospitalaria. También se valora la "participación en comisiones o grupos de trabajo específicamente dedicados a la mejora y racionalización de los medios para la prestación de la asistencia sanitaria".
Sin embargo, fuentes sindicales consideran que estos criterios son "totalmente subjetivos y arbitrarios". "No han fijado las necesidades de cada hospital porque no han querido y, por otro lado, un gran médico que se pase la vida operando y experimentando en su especialidad no siempre tiene tiempo para participar en comisiones y grupos de trabajo", argumentan. "Además, la jubilación tiene que ser un derecho, no una obligación", sentencian.
Respecto al hecho de que la Gerencia del centro en cuestión deba remitir un "informe motivado sobre la procedencia de la prolongación de la permanencia en el servicio activo del interesado", así como su propia "propuesta favorable o desfavorable" al respecto, las mismas fuentes denuncian que "las gerencias se han politizado". Otro motivo -alegan- por el que los criterios de selección son "arbitrarios". "Nadie en el Sermas puede decir, a día de hoy, que haya habido ningún rigor en la selección de las jubilaciones forzosas y las prórrogas", concluyen.
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