Este artículo se publicó hace 14 años.
Fumar en el embarazo influye en la pubertad de las hijas
Por Alison McCook
Las mujeres que fuman enexceso durante el embarazo tienden a tener hijas que comienzana menstruar antes que las niñas de mujeres que no fuman.
La tendencia también se mantuvo entre las mujeres quefumaron durante una parte del embarazo y luego dejaron dehacerlo.
De todos modos, las hijas de las mujeres que fumaron por lomenos 10 cigarrillos por día durante el embarazo o que fumaronunos meses del embarazo, empezaron a menstruar entre tres ycuatro meses antes que las hijas de mujeres que nunca fumaron,una diferencia no significativa, indicó la doctora GayleWindham, del Departamento de Salud Pública de California y querevisó los resultados para Reuters Health.
"Para una niña, unos pocos meses no hacen gran diferencia",dijo. Pero aclaró que si gran cantidad de niñas comienza amenstruar antes, aunque sean pocos meses, eso tendría efectosen la población.
Estudios previos habían demostrado que las mujeres quecomienzan a menstruar antes de tiempo tendrían más riesgo dedesarrollar enfermedades en la edad adulta, como enfermedadcardíaca, cáncer de mama y hasta problemas pulmonares, comoasma.
Además, el adelantamiento de la menarca (primeramenstruación) está asociado con un inicio sexual precoz y elconsumo de drogas, como el cigarrillo y el alcohol, detalló ladoctora Anshu Shrestha, de la University of California en LosAngeles.
El equipo de Shrestha revisó datos de 13.815 embarazadas endos ciudades de Dinamarca, reunidos entre 1984 y 1987, sobre elconsumo de alcohol y cigarrillos. En el 2005, los autorescontactaron a todas las hijas mujeres de esas embarazadas parapreguntarles cuándo habían tenido su menarca. Respondieron másde 3.000 mujeres y la mitad recordó el mes y el año exactos: enpromedio, las niñas comenzaron a menstruar inmediatamentedespués de cumplir 13 años.
Shrestha advirtió que, para el estudio, se confió en lasrespuestas de las participantes sobre cuánto habían fumado ybebido durante el embarazo y es común el subregistro de lasconductas que podrían criticarse.
Pero los datos se reunieron en los 80, cuando fumar y beberse consideraba "normal". "Por lo tanto, no hay motivo parapensar (que haya existido) subregistro", indicó la autora.
De hecho, más del 40 por ciento de las madres dijo quehabía fumado en el embarazo, el 70 por ciento señaló que habíabebido por lo menos una bebida alcohólica por semana en lagestación y el 17 por ciento indicó que se había dado por lomenos un atracón alcohólico en el embarazo.
El equipo no halló relación entre el inicio temprano de lamenstruación y la exposición al humo de tabaco durante lainfancia, el tabaquismo materno antes del embarazo y el consumode alcohol durante el embarazo, publica en la edición eninternet de la revista Human Reproduction.
A la autora no le sorprendió esa ausencia de relación entreel consumo de alcohol en el embarazo y la edad de la menarca delas hijas de esas mujeres; hubo pocas madres en el estudio quedijeron que habían bebido en exceso durante la gestación.
Las sustancias derivadas del cigarrillo cruzan la placentay la exposición al tabaquismo modifica los niveles hormonalesen los recién nacidos, lo que adelantaría la menarca,coincidieron Shrestha y Windham.
Datos recientes de Estados Unidos revelaron que una de cada10 mujeres fuma durante el embarazo y una cifra similar lo haceen otros países desarrollados.
FUENTE: Human Reproduction, 2010
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