Este artículo se publicó hace 14 años.
El gas y el butano suben muy por encima del IPC
Alzas del 4,1% y el 6,1%. La luz repunta para 7 millones de hogares

Otro disgusto para el bolsillo. La tarifa de último recurso (TUR) de gas natural, a la que están acogidos la mayoría de hogares y pymes (unos 3 millones), sube a partir de hoy un 4,1%, de media, mientras que la bombona de butano, que utilizan unos 8 millones de hogares (muchos de ellos, de bajo poder adquisitivo) registrará un alza del 6,1%. Las subidas, anunciadas ayer por el Ministerio de Industria, superan de largo el IPC, que en marzo se situó en el 3,6%, y se explican por el encarecimiento de las materias primas.
En el caso del gas natural, Industria ha congelado los peajes de acceso (que sirven para financiar las estructuras) y sólo ha trasladado el alza de costes de la energía (del 10,65%). Para los hogares que usan gas para agua caliente y cocina, la subida es del 3,3% (unos 57 céntimos de euro al mes) y para los que también lo utilizan para calefacción, del 4,3% (2,31 euros al mes).
La subida, la primera desde octubre de 2008, también puede afectar a muchos usuarios que están en el mercado liberalizado (hay 4,3 millones), aunque dependerá de las condiciones que hayan pactado con su suministrador.
En el caso de los hogares, es habitual que sus tarifas se basen en la TUR más un descuento, por lo que no se librarán de una subida. Según la Comisión Nacional de la Energía (CNE), a septiembre pasado, un 57% de los clientes domésticos de gas estaban ya en el mercado libre.
En el caso del butano, el alza sitúa el precio máximo de la bombona en 14 euros, muy cerca del récord de 14,1 euros que alcanzó en abril de 2008. La subida, equivalente a 81 céntimos por bombona (un usuario medio consume 12 bombonas al año) es inferior al incremento que reclamaba el sector (del 21%), que asegura que no puede cubrir sus costes.
Para quienes no habrá subidas será para los cerca de 20 millones de clientes acogidos a la TUR de electricidad, que, como ya anunció Industria, se congela en abril, tras la histórica subida (del 9,8%) registrada en enero pasado. El Ministerio ha aprovechado la caída en el precio de la energía (debida, sobre todo, a factores estacionales) para elevar en un 10% el componente regulado del recibo, que sirve para pagar, entre otras partidas, el uso de las redes y las primas a las energías renovables.
Sin embargo, los 6,9 millones de hogares que, pese a tener derecho a acogerse a la TUR (la única tarifa que fija el Gobierno) se han pasado al mercado liberalizado van a soportar incrementos cercanos al 3% (dependerán, de nuevo, de las condiciones que hayan pactado), porque muchos de esos contratos están referenciados a la parte regulada del recibo.
La asociación de consumidores Facua recomendó ayer a esos usuarios que analicen sus contratos "para valorar si les merece la pena" seguir con esas condiciones o acogerse a la TUR, que está disponible para clientes con menos de diez kilovatios de potencia contratada.
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