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General Motors paraliza la venta de Opel a Magna

La empresa estadounidense presentará un plan de reestructuración a Alemania y otros países

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Todo estaba previsto para que el consejo de administración de General Motors ratificara la venta de Opel a la alemana Magna, pero no ha sido así. La decisión adoptada por los 13 miembros del consejo fue la de paralizar la decisión de venta que se había puesto en marcha el pasado mes de septiembre. La nueva decisión apuesta por mantener las filiales en todos los países de Europa y reestructurar la de Alemania. El consejero delegado de General Motors, aseguró que espera que Alemania y el resto de los países con plantas de Opel sean favorables a la decisión adoptada.

Hacía tiempo que por la sede de General Motors corrían interrogantes sobre esta venta, basados en la buena marcha de los negocios de la compañía estadounidense en China y Corea de Sur, que le habría permitido salvaguardar su tecnología y recuperar en parte su situación financiera.

Aún así, el consejo de administración del grupo automovilístico estadounidense se desdice de la decisión de aprobar la venta del 55% de su filial alemana al fabricante canadiense de componentes de vehículos Magna. Según este acuerdo los trabajadores de Opel mantenían el 10% del capital y General Motors el 35% restante.

General Motors anuncia la reestructuración de la filial alemana

Desde Alemania, el Gobierno de Angela Merkel ha trabajado para que esta operación fuera los más beneficiosa posible para la empresa alemana y que se mantuviera el mayor número de puestos de trabajo posible. Todos los países europeos con plantas de Opel habían dado el visto bueno al acuerdo, con excepción de España. En un principio, la propuesta de Magna preveía recortar la producción hasta 2013 para deslocalizar parte de la misma. La decisión provocó fuertes movilizaciones en la planta de Figueruelas (Zaragoza). Aunque el pasado 27 de octubre la mayoría de los trabajadores de la planta española respaldaron el preacuerdo firmado con Magna –el recorte de 900 empleos–.

La venta a Magna había tropezado con la Comisión Europea que mostró reticencias ante el acuerdo y pidió a General Motors que reconsiderara su decisión. Bruselas amenazó con considerarlas ayudas de Estado, pero acabó aprobando la compra.

El Comité de Empresa de la factoría de Figueruelas (Zaragoza) ha recibido con sorpresa la decisión del Consejo de Administración de General Motors de cancelar, tras meses de negociaciones, la venta de su filial europea Opel a Magna International.

Ante esta inesperada decisión, Pedro Bona, representante de los trabajadores de la factoría aragonesa en el comité europeo de GM, ha declarado esta noche a la agencia Efe que 'lamenta' que se produzca esta situación después de 'pasarlo tan mal' y de las 'negociaciones tan duras' mantenidas con Magna, para llegar a un acuerdo sobre el futuro industrial de Figueruelas, donde trabajan más de 7.000 personas, en el que se contemplaba un ajuste laboral de 900 empleos y una reducción de costes millonaria.

El representante de los trabajadores ha señalado que ahora sólo les queda esperar a que General Motors presente su plan a los trabajadores y a los gobiernos europeos que se han visto implicados en las negociaciones con Magna, a la que prometieron millonarias ayudas económicas.

Bona ha añadido que 'estamos agotados' y 'agobiados' de 'tanta incertidumbre' sobre el futuro de la multinacional automovilística, a cuya dirección pide que informe cuanto antes para poder hacer una evaluación sobre las consecuencias de la decisión adoptada hoy en Detroit.

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