El Gobierno argentino ganaría en la polémica ley de prensa

El Senado argentino debate el viernes un polémico proyecto de ley regulatorio de los medios de comunicación que desató un amplio debate en el país y todo indica que el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández ganará el pulso.

Las empresas del sector aseguran que la normativa impulsada por el oficialismo atenta contra la libertad de expresión y ahuyenta inversiones, en tanto que el Gobierno argumenta que ayudará a combatir el monopolio mediático y hacer más democrática la comunicación.

Los diputados dieron media sanción a la iniciativa a mediados de septiembre y el viernes podría aprobarla el Senado, donde los legisladores leales a Fernández sumaron en las últimas horas el voto clave de algunos opositores.

"Es muy grave el clima que se está produciendo por el tratamiento de esta ley", dijo el presidente de la opositora Unión Cívica Radical (UCR), Gerardo Morales, tras denunciar que el cambio de postura de sus colegas responde a presiones del Gobierno.

"Cuidado con que esta ley no termine manchada", agregó a la emisora El Mundo.

La oposición cree que el proyecto apunta a debilitar al Grupo Clarín, el mayor grupo de medios de Argentina y uno de los principales de habla hispana, que es crítico de las políticas de Fernández.

Para adecuarse a la nueva norma, Clarín debería desprenderse de algunas empresas, aunque analistas creen que esto sólo ocurrirá tras un largo proceso judicial.

"Se va a entrar en un proceso de judicialización que va a demorar la aplicación de la ley hasta luego de las elecciones del 2011", dijo a Reuters la analista política Graciela Romer.

Quienes rechazan el proyecto buscan modificar especialmente un artículo que exige a las empresas adecuarse a la nueva norma en un año, lo que implicaría un desguace de los principales grupos mediáticos del país.

CONQUISTA POLITICA

La aceptación de la iniciativa representaría una conquista política de Fernández, que en junio sufrió un traspié electoral en los comicios parlamentarios de mitad de mandato y arrastra una caída en su popularidad por un conflicto con el influyente sector agrícola.

El oficialismo busca apurar la sanción de una nueva ley de medios antes de diciembre, cuando perderá el control del Congreso con la asunción de los legisladores electos en junio.

El año pasado, la presidenta fracasó en un intento de que el Congreso aprobara una ley para aumentar los impuestos a la exportación de granos, lo que debilitó su Gobierno y profundizó el deterioro de su popularidad.

Esta probable victoria sería una reivindicación política de aquella derrota, aunque podría no tener un impacto significativo sobre la opinión pública.

"La gente está de acuerdo con el tema de ampliar las fuentes de información o controlar el poder que pudieran tener grupos concentrados, pero esto no es una prioridad de los argentinos", dijo Romer.