Este artículo se publicó hace 14 años.
Google y editores de prensa, condenados a entenderse
AEDE no descarta ninguna medida para defender sus derechos de propiedad intelectual
"Soy un lector; me encantan los periódicos. Me gusta la sensación de descubrimiento que proporcionan". Cuesta creer que quien se expresa en estos términos pueda ser considerado por muchos editores como toda una amenaza para la pervivencia de la prensa tradicional. Sin embargo, Eric Schmidt, el consejero delegado de Google, que hablaba así en abril en el congreso de los editores de periódicos estadounidenses, cree que los diarios y la forma de entender la Red que Google representa son perfectamente compatibles, por mucho que el buscador más famoso de Internet esté afrontando en Estados Unidos y varios países europeos las presiones de grupos de prensa contra la reproducción de sus contenidos en Internet sin autorización. "Tenemos objetivos en común", explicaba Schmidt, que piensa que toda la polémica con los editores se reduce a "un problema de modelo de negocio, no de noticias", y sostiene que, lejos de una amenaza, la Red supone para la prensa la posibilidad de conseguir "más lectores y nuevas formas de hacer dinero".
Pero esta visión dista mucho de la postura de quienes, como la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), tienen la certeza de que Google "se aprovecha de los editores y vulnera sus derechos de propiedad intelectual", según explica a Público su director general, Ignacio M. Benito. "Estos derechos fundamentales se nos reconocen nacional e internacionalmente, y estamos dispuestos a hacerlos valer", agrega.
"El buscador se aprovecha de los diarios para multiplicar sus ingresos", señala AEDE
Para los editores españoles, está claro que el buscador de noticias de Google, Google News, es un agregador en toda regla que, al igual que otras webs similares, "se aprovecha del esfuerzo y las inversiones de los periódicos para multiplicar sus propios ingresos publicitarios", ya que no sólo redirecciona a los diarios, sino que "reproduce parcialmente los contenidos y hace una posterior comunicación pública de ellos con ánimo de lucro directo e indirecto, lo que resulta manifiestamente ilegal".
Con argumentos similares consiguieron en 2006 los editores belgas la única sentencia hasta ahora contra Google News, al considerar violados los derechos de propiedad intelectual de varios diarios por incluir parte de sus contenidos de forma automática. También en Alemania tienen en marcha una demanda ante el Tribunal de Defensa de la Competencia contra el buscador exigiendo un pago por el uso de sus noticias en Google News.
Asimismo, en Francia, el Gobierno se ha planteado crear una tasa para gravar los ingresos publicitarios on-line de las grandes compañías de Internet para proteger a los titulares de los derechos de propiedad intelectual, mientras que en Italia las autoridades de la competencia empezaron a investigar a Google hace un año por abuso de posición dominante tras una demanda de los editores.
Mención aparte merece la postura del magnate de la comunicación Rupert Murdoch a favor de seguir haciendo de pago sus principales cabeceras y cerrar el paso a Google y los agregadores de noticias, una estrategia que Schmidt interpretó desde el principio como parte de una posición de "negociación comercial" en la que no se descartan vías de colaboración. Y es que, desde el punto de vista del gigante de Internet, la solución pasa por el entendimiento. "Queremos trabajar con ellos e informarles de cómo Google puede ayudarles", indica a Público el director de alianzas estratégicas para Google News, Luis Collado. Schmidt también lo tiene claro: "Estamos juntos en esto".
Los editores tampoco descartan ninguna posibilidad, si bien en España sí habría "argumentos legales suficientes" para actuar contra el buscador por posible vulneración de la Ley de Propiedad Intelectual y abuso de posición dominante en la publicidad on-line, según sostiene Diego Solana, letrado del despacho Cremades & Calvo-Sotelo. Sin embargo, Collado defiende que Google News "no es un agregador de noticias", ya que los usuarios "no alcanzan un nivel informativo" y necesitan redirigirse a los medios originales, y añade que "no es una fuente de negocio" para Google.
Estar o no estarPor otro lado, el argumento del buscador de que en Google sólo está quien quiere "no casa demasiado con la libre competencia, porque a los que no están se les condena a dejar de existir", explica por su parte Benito. Además, "sin los contenidos editoriales de la prensa", estos servicios "ni siquiera existirían", agrega.
"Es un problema de modelo de negocio, no de noticias", afirma Eric Schmidt
Solana, por su parte, cree que "no es contradictorio" que los editores pidan que los agregadores dejen de sacar sus noticias sin permiso y, a la vez, no quieran desaparecer del buscador. De hecho, pese a que Google News redirecciona a las webs de origen de las noticias, parte del tráfico, el 44%, según un estudio de la consultora Outsell nunca llega al medio original. Además, según fuentes del sector, la función caché permite al buscador evitar el redireccionamiento, sin olvidar que el tráfico que genera no siempre tiene la calidad suficiente, ya que remite a la página donde está la noticia, y no a la home del medio, con mayor rendimiento publicitario.
En cualquier caso, el poder de Google hace que los editores de todo el mundo se lo piensen antes de ir contra él. "Tiene tal posición de dominio que, sin estar en Google, en España no se podría explotar una cabecera on-line fuera de las tres o cuatro más importantes", agrega Solana, que cree que hay "miedo" a la hora de enfrentarse al buscador "porque también se le necesita".
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