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Guerra abierta por la bancarización de las cajas de ahorro

La CECA intenta convencer a Banco de España y Gobierno de que no permitan que el capital privado adquiera el 100% de una caja

A. TUDELA / V. ZAFRA

Esta semana puede ser crucial para las cajas de ahorros. Su nueva regulación está a punto de salir del horno. El sector ha estado muy ocupado reestructurándose para sobrevivir y cuando ha tenido tiempo de mirarse al espejo se ha dado cuenta de que se le estaba poniendo cara de banco. La guerra entre defensores y detractores del modelo de las cajas no es nueva, pero los partidarios de la bancarización del sector, entre ellos nada menos que el Banco de España, tienen ahora una oportunidad de oro para lograr sus objetivos. Y a punto están de conseguirlo.

El pulso en estas últimas semanas ha sido en algunos momentos a cara de perro, aseguran fuentes del sector. El actual presidente de la patronal de las cajas (CECA), Isidro Fainé, presidente de La Caixa, ha buscado el máximo nivel de consenso con el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, pero este tiene claro que hay cosas por las que no piensa pasar. Entre ellas, no le ha gustado que en la CECA quieran imponer limitaciones porcentuales y condiciones a la entrada de capital privado en las cajas, como figuraba en la propuesta de regulación de la patronal.

El Ejecutivo podría tener esta semana el borrador de la nueva ley del sector

Fainé es el hombre del Gobierno en todo este proceso. La propia vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega se encargó de hacer las llamadas clave a los presidentes de las principales cajas para que saliera elegido en la CECA en sustitución de Juan Ramón Quintás. Pero el presidente de La Caixa quiso acceder al puesto por consenso, incluido el de aquellas cajas que temían que su llegada supusiese el fin del modelo. Se comprometió a buscar junto al Gobierno y el Banco de España una fórmula que permitiese dar entrada al capital privado para momentos de escasez mediante un abanico de fórmulas suficientemente amplio y sin que se perdiese la esencia del modelo, sobre todo la obra social.

Por eso, según otras fuentes financieras, la comisión ejecutiva de la CECA, encabezada por Fainé, se ha reunido en dos ocasiones con el Banco de España para intentar hacerle entender que 'la entrada de capital privado con derecho de voto en las cajas no es algo que pueda pasar de cero a cien de golpe'. El Gobierno tiene, por tanto, dos propuestas en su mano: la de su hombre en las cajas y la del gobernador del Banco de España, que es quien está llevando las riendas.

El Banco de España está a favor de que todo el capital de una entidad sea privado

La eterna lucha de las cajas por mantener intacta su fórmula se ha dejado un gran flanco al descubierto al permitir que las llamadas fusiones frías se hayan realizado por medio de licencias de banco. Esa vía está tan abierta que sin la nueva legislación hay entidades que han empezado a operar como bancos.

El Gobierno ha dejado trascender muy poca información de la receta con que está cociendo la reforma de la legislación, pero la pasada semana la vicepresidenta económica, Elena Salgado, declaraba que el sector debía permitir 'a la caja que así lo eligiese evolucionar hacia una entidad financiera bancaria'. También el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, coincidió en esta fórmula.

El Gobierno podría contar con un primer borrador sobre la ley esta semana para empezar a negociarlo con el PP. Así podría cumplir su objetivo de aprobarla antes de las vacaciones. Si todo avanza por el camino actual, una buena parte de las cajas españolas acabará convertida en banco, aunque con una fundación como propietaria de la caja que se encargará de la obra social.

España es uno delos países con menos exclusión financiera gracias a las cajas

Una de las defensas principales del modelo es su capacidad de cubrir segmentos de población en los que los bancos no están interesados por no considerarlos lo suficientemente rentables. En Italia, un 22,4% de la población no tiene cuenta bancaria. En Austria, un 13,5%. En Reino Unido, un 10,6%. El porcentaje de personas que sufren la llamada exclusión financiera en España es sólo del 7%, según un estudio de la fundación de las cajas (Funcas). Esto se debe, explica, a que en un buen número de poblaciones no habría ninguna entidad si no fuese por la caja regional.

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