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Una huelga de consumo para un nuevo modelo

Convocada por CGT y más de cien organizaciones sociales

ANA REQUENA AGUILAR

La publicidad nos hace desear coches y ropa; tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos'. Lo decía uno de los protagonistas de la película El club de la lucha, hastiado por el consumismo que le rodeaba. Por ese mismo motivo, el sindicato CGT junto a más de cien organizaciones sociales, como Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción, han convocado para el próximo martes una huelga de consumo.

'Hay que cambiar el modelo económico y social, y una forma de hacerlo es abordar con seriedad la última fase del modelo productivo: el consumo', asegura el secretario general de CGT, Jacinto Ceacero, que propone así dar continuidad a la huelga general del 29 de septiembre.

Proponen una forma de consumir más moderada y responsable

La huelga del martes implica consumir la mínima cantidad de electricidad y agua, desplazarse en transporte público o compartir el coche, evitar el consumo telefónico, el uso de tarjetas, no comprar en grandes almacenes, centros comerciales, supermercados, bancos, gasolineras...

Pero no se trata sólo de no comprar durante un día. La propuesta va más allá: concienciar sobre una forma de consumir más responsable. 'Queremos promover una reflexión sobre nuestra forma de consumir, de usar, de tirar. Es un modelo que tiende a la mercantilización de todo', explica Rodrigo Fernández, de Ecologistas en Acción.

La directora ambiental de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, asegura que se trata de resistir al modelo actual, 'de graves consecuencias sociales y ambientales', para virar a un modelo 'más cercano a las personas'. 'Estamos en un planeta finito', apunta. Por ello, apuestan por reducir el consumo de agua, electricidad y embalajes, por prescindir de productos de multinacionales y por mejorar la información sobre la procedencia de lo que se consume.

«Estamos consumiendo por encima de nuestras posibilidades»

Por el comercio local

Los convocantes subrayan que la huelga no se hace contra el pequeño comercio o los trabajadores autónomos. Al contrario, entre sus propuestas para un consumo responsable se encuentra la de potenciar los comercios locales, de proximidad, porque generan riqueza en el entorno y no deslocalizan. 'Queremos hacer ver que otro modelo es posible, por ejemplo, que hay alternativas a los grandes bancos, como la banca ética o las cooperativas', señala Spendeler.

El editor de la revista Soberanía alimentaria, biodiversidad y culturas, Gustavo Duch, destaca que cambiar el modelo de consumo no supone perder calidad de vida, sino una forma diferente de concebirla. 'Estamos consumiendo por encima de nuestras posibilidades, eso supone que estamos tomando prestado recursos de las próximas generaciones y sobrepasando la capacidad del planeta', asegura. Duch apuesta por un consumo moderado y consciente. 'Que sepamos de dónde viene lo que compramos, a quién favorece', afirma.

Algo similar a lo que explica Fernández, de Ecologistas en Acción: 'Tenemos que saber que muchas veces nuestra inconsciencia acaba legitimando muchas prácticas'.

 

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