Este artículo se publicó hace 15 años.
Ibrahimovic, el delantero total
El nuevo jugador del Barcelona Zlatan Ibrahimovic, sueco de ascendencia yugoslava, está considerado como uno de los mejores delanteros centros del mundo, capaz de lo mejor y de lo peor; es amado y odiado, pero no deja a nadie indiferente.
Admirador de Ronaldo y Zidane, "Ibra" reúne todas las cualidades que pueden pedirse a un goleador: es alto (1,92 metros), fuerte y potente, pero también ágil con el balón en los pies, con gran potencia de disparo y mucho carácter.
Una fuerte personalidad que en muchas ocasiones le ha llevado a enfrentarse a sus compañeros, a sus entrenadores e, incluso, a sus aficionados.
La última, después de que el público milanés le increpara por sus guiños al mercado después de la eliminación del Inter de la Liga de Campeones, algo a lo que el sueco respondió con un gran gol ante el Lazio, pero también con gestos contra la grada.
Este delantero total, que es capaz de llevar a un equipo a sus espaldas con su capacidad para crecerse en las circunstancias adversas, puede ser también un eterno quebradero de cabeza para sus equipos.
Ibrahimovic es ahora jugador del Barcelona y el primer gran fichaje del equipo culé para la próxima temporada, pero pudo haber llegado a España ya en 2005, cuando el Real Madrid, también entonces presidido por Florentino Pérez, ofreció al Juventus 70 millones de euros por él.
Zlatan Ibrahimovic nació en 1981 en Malmö (sur de Suecia), de padre bosnio y madre croata, ambos provenientes de Bosnia-Herzegovina. Debutó en la primera división sueca en 1999 con el Malmö, que descendió a segunda ese mismo año.
El joven "Ibra", de 19 años, fue uno de los artífices del renacimiento y el ascenso del Malmö en la temporada 2000, y llamó la atención de varios clubes europeos, entre ellos el Ajax de Amsterdam, que lo fichó en 2001 por unos nueve millones de euros.
En su primera temporada en Holanda, ganó con el Ajax la Liga y la Copa, y fue decisivo para conseguir ésta última, ya que suyo fue el gol de la victoria ante el Utrecht en la prórroga de la final.
En la temporada 2003-2004, otros 13 goles suyos en la Liga (a pesar de estar lesionado durante dos meses) facilitaron al Ajax la reconquista del título.
Pero fue su actuación en la Eurocopa de Portugal, donde Suecia llegó hasta los cuartos de final, la que le convirtió en objeto de deseo de los más grandes clubes europeos.
Y en especial de los italianos, gracias al impresionante gol de tacón que el delantero endosó a Italia en el enfrentamiento entre ambas selecciones durante la fase previa.
Su precio había subido hasta los 19 millones de euros cuando el Juventus le fichó, en agosto de 2004.
En su primer año en Italia, marcó 16 goles en 35 partidos, y al final de la temporada pudo haber recalado ya en España.
Se rumoreó su traspaso al Real Madrid, e incluso su agente, Mino Raiola, afirmó que el club blanco había realizado una oferta de 70 millones de euros que el Juventus rechazó.
La temporada 2005-2006 no fue demasiado brillante para Ibrahimovic, quien sólo consiguió siete goles en la Liga italiana, en la que su equipo se impuso, aunque después fue desposeído del título por fraude deportivo y condenado a bajar a la Serie B.
En el Mundial de Alemania 2006, donde Suecia cayó en los octavos de final ante el país organizador, Ibrahimovic ni siquiera logró marcar un gol.
El sueco pasó entonces al Inter de Milán, que pagó por él 24,8 millones de euros. Apenas 15 días después de llegar a su nuevo equipo, el 26 de agosto, logró su primer título en Italia, la Supercopa.
Poco después, su carácter conflictivo le llevó a un enfrentamiento con el seleccionador sueco Lars Lagerbaeck y a dejar el conjunto nacional durante varios partidos, entre ellos el disputado contra España en la fase de clasificación para la Eurocopa 2008.
El sueco ganó las tres Ligas siguientes con el Inter, aunque las lesiones le impidieron disputar el final de las dos primeras.
En Italia se ha visto estas "oportunas" lesiones de final de temporada, habitualmente acompañadas de declaraciones en las que ponía en duda su continuidad en Milán, como pulsos al club para que revisara su contrato, sobre todo después del "dolor de estómago" que "Ibra" presentó después de la eliminación del Inter en octavos de final de última la Liga de Campeones, frente al Manchester United.
La temporada 2008-2009 ha sido la mejor de Ibrahimovic en Italia: sus 25 tantos en Liga dieron al Inter su cuarto "scudetto" consecutivo y el delantero se coronó como "pichichi".
Esto ha llevado una vez más a que todos los grandes clubes de Europa pongan sus ojos en este delantero nato.
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