Este artículo se publicó hace 15 años.
Improbable reconciliación
La cantante árabe que representará a Israel en Eurovisión recibe presiones para que no participe
Eugenio García Gascón
Mientras en la franja de Gaza el número de palestinos muertos ya supera el millar, y la mayoría son civiles, dos cantantes, una judía y otra árabe, han sido seleccionadas para representar a Israel en el próximo festival de Eurovisión y transmitir al mundo un mensaje de paz.
No es la primera vez que Achinoam Nini (Noa) y Mira Awad cantan juntas pero sí que será la primera vez que el primer canal de la televisión hebrea trata de ganarse al público europeo con una representación destinada a mostrar que en este país existe una convivencia que en realidad se da muy pocas veces.
Noa es muy conocida en Occidente. De origen yemení, nació en Tel Aviv en 1969, aunque su familia emigró enseguida a Estados Unidos. Ella regresó sola a Israel a los 17 años para realizar durante dos años el servicio militar obligatorio.
Su carrera musical es larga y exitosa. Ha grabado discos en numerosas lenguas, incluidas el español y el árabe, y ha triunfado a nivel planetario con canciones en lengua inglesa que hasta el día de hoy son muy populares.
Mira Awad será la primera árabe que represente a Israel en Eurovisión. Nació en 1975 en un pueblo del norte del país, y ha realizado una larga carrera en la música y el teatro. Es cristiana. Su padre es árabe y su madre búlgara.
Mira reside en Tel Aviv y son muchos los árabes que la consideran una colaboracionista que está contribuyendo a la ocupación y a los males de la región. También ha habido israelíes judíos que le han pedido que abandone el país.
“Ya hace varios años que la dos trabajan juntas”, ha dicho Ofer Penson, representante de Noa. “En el penúltimo álbum de Noa, cantaron juntas la canción de los Beatles We can work it out. Las dos han decidido que en tiempos difíciles lo mejor que podían hacer es cantar con un mensaje de paz en un respetable escenario europeo, un lugar donde tenemos problemas de relaciones públicas”.
Para muchos, la selección de las dos cantantes no es más que una cuestión de “relaciones públicas” y no algo que responda a la realidad del país, ya que la minoría árabe (la quinta parte de la población) vive en condiciones difíciles con una ciudadanía de segunda clase.
El anuncio de la televisión hebrea coincide con la decisión del comité electoral de la Kneset de prohibir la participación de los dos partidos árabes en las elecciones legislativas del 10 de febrero. La decisión del comité electoral ha sido apelada ante el Tribunal Supremo, pero el incidente muestra que los árabes están discriminados no sólo en las cuestiones ordinarias del día a día sino también en la política.
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