"La instalación de las bases preocupa a todo el continente"

Para el ex fiscal general de Venezuela, la situación regional derivada del anuncio de Colombia de permitir la instalación de siete nuevas bases militares de EEUU es extremadamente preocupante. Designado el 8 de junio como nuevo embajador en España, Rodríguez se enfrenta a la tarea de profundizar en las relaciones con el Gobierno de Zapatero y trasladar a la sociedad española una imagen de su país que poco tiene que ver con el estigma negativo que algunos tratan de adherir a la espalda de su Gobierno.

"La ruptura de la paz en América tendría efectos negativos en todo el mundo"

¿Tanta tensión existe hoy en América latina?

Hay mucha tensión en el continente a raíz del anuncio de las bases militares estadounidenses en Colombia. No es un problema bilateral entre Venezuela y Colombia. También hay preocupación en Argentina, en Ecuador, en Brasil. Son siete bases militares, dos de ellas navales, una en el Pacífico y la otra en el Caribe. Aparte está la de Palanqueros, en el Magdalena medio, que sirve de plataforma a aviones que pueden cubrir todo el continente americano sin repostar.

¿Considera que UNASUR es el foro apropiado para decidir sobre esta cuestión?

"Uribe sólo cuenta con el apoyo personal del presidente de Perú"

Sí, lo creo. El presidente de Colombia no acudirá a la cumbre, ha hecho su propia gira que, por lo que he podido leer en la prensa, no ha resultado todo lo positiva que esperaba. Sólo cuenta con el apoyo personal del presidente peruano, Alan García. El resto de naciones han mostrado sus reservas sobre este programa en el continente.

En opinión de Venezuela, ¿qué peligros acarrean estas nuevas bases?

Cambia la fisonomía de América como un territorio de paz. A Europa, por sus intereses políticos y comerciales, también le interesa una América en paz. Una ruptura de ese estatus no se quedaría en un simple problema americano.

¿A qué se refiere?

Me refiero a que en América Latina hay muchos intereses externos. Están Rusia, China, etc. Una ruptura de la paz y armonía en Latinoamérica tendría efectos negativos en todo el mundo, máxime en un momento de crisis del capitalismo como el actual.

¿Qué papel puede desempeñar España para atemperar esta tensión?

Creo que un excelente papel y el ministro Miguel Ángel Moratinos sabe hacerlo muy bien. Sobre todo porque el próximo año España asume la presidencia de la UE y es consciente del papel fundamental que puede desempeñar en América Latina. La UE es el contrapeso a las políticas guerreristas y tiene muchas razones para ello. La económica es una. Otra es su conocimiento de los conflictos que le ha hecho desarrollar una doctrina para la paz. Hay muchas razones más para que Europa refuerce puentes con Latinoamérica.

El panorama que describe es pesimista. ¿Tantos riesgos de enfrentamientos existen?

Brasil lo ha denunciado con mucha preocupación. Y Brasil es una potencia mundial, no sólo latinoamericana. Así lo han dicho el canciller Celso Amorim y el propio presidente Lula, que lejos de la afinidad y afecto que tiene por el presidente Chávez, actúa con un criterio de política internacional que trasciende el ámbito regional.

¿La posición de Brasil marcará la decisión de UNASUR?

La posición de Brasil debe ser escuchada con detenimiento por todo el mundo y es el país que ha hecho suyo este planteamiento de que las bases son una preocupación para el continente. Creo que UNASUR va a reflejar la posición de Suramérica.