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Investigan otra muerte por una reducción de estómago

La familia denunciará a la clínica y la Generalitat decide abrir un expediente

ALBERTO CABELLO

La conselleria de Salud de la Generalitat anunció ayer que abrirá un expediente informativo para aclarar qué sucedió en la operación gástrica tras la que murió una mujer de 48 años, en la clínica Sagrada Familia de Barcelona en la madrugada del sábado. Según la conselleria, se trata de una actuación habitual en estos casos y que no presupone una 'mala praxis'.

La familia de la fallecida, por su parte, prevé denunciar por negligencia al cirujano. Se da la circunstancia de que, en tan sólo dos semanas, dos mujeres han muerto en Barcelona tras una operación de reducción de estómago.

La clínica Sagrada Familia emitió ayer un comunicado en el que se niega que la muerte 'se deba a negligencia alguna' y recuerda que 'estas intervenciones son de alto riesgo', con una 'mortalidad de entre un 2% y un 3%'. La familia, que no niega este riesgo, considera en cambio que la paciente no recibió la atención adecuada en las horas posteriores a la intervención y que se demoró su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Las mismas fuentes aseguran que la fallecida salió del quirófano con un nivel sanguíneo muy bajo y, en lugar de trasladarla a la UCI, el equipo médico decidió llevarla a una habitación. Fue tres horas después cuando, según el entorno familiar, la mujer empezó a vomitar sangre.

Al día siguiente sufrió un paro cardíaco y 'al final tuvo que ser operada de nuevo para taponarle una vena', explicaba ayer un amigo de la familia a las puertas del centro, quien añadía: 'No entendemos nada. En principio todo fue bien... ¡incluso sus hijas se fueron tranquilas a casa!'.

El caso es que la mujer ya no recuperó la conciencia y cesó su actividad cerebral, hasta que la noche del viernes al sábado su corazón dejó de latir.

Alarma social

La dirección médica de la clínica señaló en su comunicado que comprende 'el momento tan duro emocionalmente por el que está atravesando la familia' de la fallecida. 'Entendemos la alarma social y la necesidad de información existentes por la cercanía en el tiempo de otro caso de muerte acontecido en otro centro barcelonés, pero rogamos que estos casos sean tratados con la prudencia y rigor necesarios', añadía la nota.

La clínica se refiere al caso de Laura R.M., la joven de 19 años que murió el 11 de enero en la Clínica CIMA después de que le implantasen una banda gástrica vía endoscópica. Su caso, ocurrido apenas 15 días antes, ya está siendo investigado por un juzgado.

El Defensor del Paciente solicitó ayer a la Fiscalía Superior de Catalunya y a la conselleria que investiguen el caso y se 'depuren responsabilidades'. La asociación señaló que 'sorprende' que en 15 días hayan fallecido en Barcelona dos pacientes por circunstancias similares.

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